Un estudiante de medicina veterinaria se encuentra en coma inducido después de ser mordido por una cobra monocelada (Naja kaouthia), una de las especies más venenosas del mundo.
El brasileño Pedro Henrique Lehmkul, de 22 años, está internado en estado grave desde la noche del 7 de julio en el Hospital Maria Auxiliadora, en el Distrito Federal. Aunque oficialmente no se han dado a conocer los detalles de la condición del paciente, el medio Metrópoles informó, sin citar fuentes, que el joven presenta una necrosis en el brazo izquierdo, en el lugar de la mordedura, y daño cardíaco.
Antídoto en falta
El universitario fue medicado con suero antiofídico proporcionado por el Instituto Butantan, una institución que se dedica a la investigación de reptiles en Brasil. Sin embargo, el ente no produce el antídoto para accidentes con estas cobras, ya que es una especie exótica y no perteneciente a la fauna brasileña.
Las pocas dosis que poseía Butantan, para casos de accidentes con sus investigadores, han sido enviadas para el tratamiento de emergencia del universitario. La familia de Lehmkul ha importado dosis adicionales del antiveneno desde Estados Unidos.
Búsqueda del reptil
Luego de la internación del estudiante se inició una operación de búsqueda para ubicar el animal, ya que las autoridades no lo encontraron en la residencia de Lehmkul. El peligroso reptil fue encontrado horas más tarde, en una caja plástica, cerca de un centro comercial de la ciudad, a unos 14 kilómetros de la casa del joven.
Por fim, depois de um dia intenso nas polícias, autoridades ambientais e redações de Brasília, acharam a Naja. A sumida foi localizada pelo Batalhão de Polícia Militar Ambiental (BPMA), no início da noite, próximo a um shopping do DFhttps://t.co/sm3tOkiE5M pic.twitter.com/EGANoqSDHo
— Anderson Costolli (@Costolli) July 8, 2020
Implicaciones legales
Las autoridades sospechan que la cobra era una mascota del universitario mordido y que sus familiares se deshicieron del animal para evitar problemas legales. La hipótesis es que el animal fue ingresado de contrabando a Brasil. En el país, el tráfico de animales silvestres es un crimen con penas de seis meses a un año y multas, informó Sputnik Mundo.