Johana Morán, una mujer que el sábado había llegado al Hospital argentino de San Luis con una herida de bala en el rostro, falleció tras haber estado más de 24 horas internada.
Su pareja, Gastón Heredia, está detenido, imputado por “homicidio agravado por el vínculo, por alevosía y por mediar violencia de género”, según detalló a Página/12 Virginia Palacios, a cargo del Juzgado Penal N°3, quien lleva la causa.
“Lo importante es haber hecho todo con la mayor premura posible”, señaló Palacios. El mismo sábado a la madrugada Heredia fue detenido y la jueza ordenó el allanamiento de la casa de Morán, en el barrio de Virgen del Luján, donde los efectivos de la Dirección General de Investigaciones encontraron un arma de la cual se esperan los resultados de los peritajes “para ver si el proyectil que fue disparado coincide con el arma encontrada en la vivienda”.
El hecho
El sábado a la madrugada, cerca de las 3 de la mañana, Morán llegó al Hospital de San Luis con una herida de bala en el rostro, a la altura del ojo izquierdo. Quien la trasladó fue Heredia, en su propia camioneta, desde la vivienda que compartían. Allí, según pudo saber Palacios, el hombre habría declarado ante la policía local que se encontraba en el centro de salud, que habría sido él quien disparó. De todos modos, "presentaba vestigios de intervención, tales como sangre en la ropa", precisó la jueza.
Femicidio: falleció una mujer baleada en el rostro, en San Luis https://t.co/faYrvPT1n1
— Página|12 (@pagina12) June 29, 2020
Si bien la causa todavía está en período de instrucción, la condena “según el código penal, es de prisión perpetua”. Palacios, quien lleva la investigación, intentó indagar al imputado este domingo, pero el hombre pidió 24 horas para designar un abogado. A la vez, se esperan los resultados de los peritajes, el dermotest y el hisopado realizado en el cuerpo de Morán.
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Según el Observatorio de femicidios Adriana Marisel Zambrano, desde el 20 de marzo hasta el 25 de junio se cometieron 75 femicidios en todo el país. La fecha, el día en que comenzó el aislamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus, “es una forma de visibilizar que la violencia de género aumenta en la convivencia obligada”.
