Sepultan a familia Melara Salamanca en cementerio de Santo Tomás, El Salvador

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Los 7 cuerpos de la familia Melara Salamanca fueron enterrados este sábado en el cementerio municipal de Santo Tomás. Durante la noche del viernes fueron velados en una iglesia de la localidad.

Centenares de familiares y amigos acompañaron los carros fúnebres por las principales calles del municipio en un recorrido hasta llegar al campo santo. Uno a uno fueron cargados por la entrada del cementerio donde solo se permitió la entrada de unas 20 personas para evitar la aglomeración.

 

Muchas de los acompañantes se quedaron fuera del cementerio esperando a que termine el sepelio para seguir acompañando a la familia.

Así como permanecieron hasta el último día de sus vidas, los siete miembros de la familia descansarán en una misma fosa.

 

Los esposos María Isabel y Francisco Javier junto a sus hijos, Jennifer, de 22 años; Karla, de 25; Javier, de 23; y los gemelos Nahúm y Josué, 18, fueron encontrados la mañana del viernes (5 de junio) después de más de dos días de búsqueda.

Karla y Jennifer eran estudiantes de la facultad de Economía de la Universidad Nacional. Autoridades de la UES lamentaron la perdida de esta familia y exhortaron a las autoridades a realizar obras de mitigación en zonas vulnerables para evitar más tragedias. Ofrecen además a expertos.

 

A través de un comunicado el alcalde, Efraín Cañas, y el concejo municipal declararon luto en todo el municipio. Cañas señaló que los gastos fúnebres corren  por cuenta de la municipalidad.

Arduas tareas de rescate

 

Después de 55 horas de trabajo, el viernes en horas de la mañana fueron encontrados los cuerpos que quedaron soterrados el miércoles luego de que un alud de tierra cayera sobre su vivienda a raíz de las intensas lluvias que han azotado el país.

 

Más de 40 personas, entre bomberos, efectivos de la Fuerza Armada, socorristas y  policías,  trabajaron desde la madrugada en la búsqueda de las víctimas que quedaron sepultadas bajo toneladas de tierra, piedras, árboles y escombros de la vivienda.

 

Para las tareas de rescate se usaron maquinaria pesada que sirvió para remover la gran cantidad de lodo y escombros. La localización de los cuerpos fue posible gracias a la búsqueda del perro Furst de la Unidad Canina Policial de la Policía Nacional Civil (PNC) que alertó a los voluntarios en tres ocasiones del sector en el que los cadáveres estaban soterrados, informó El Diario de Hoy.