Una mujer de 42 años fue encontrada asesinada a golpes en su casa de la localidad salteña de Salvador Mazza, localidad en el norte de Argentina, y por el femicidio detuvieron a su pareja, con quien había mantenido una fuerte discusión en las horas previas a su muerte, informaron este miércoles fuentes judiciales.
La víctima fue identificada por el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Salta como Plácida Meléndrez Ilafaya (42), por cuyo homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género fue imputado Casiano Choque Carrillo (45).
Según informó el MPF, el acusado se negó a declarar ante la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, que ordenó una serie de medidas en procurar de determinar las circunstancias en las que ocurrió este nuevo femicidio.
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De acuerdo a los pesquisas, la mujer y su pareja tenían una relación sentimental pero residían en domicilios separados en Salvador Mazza, unos 410 kilómetros al norte de Salta Capital, en la frontera con Bolivia.
"Parecía que la estaban ahorcando"
Los investigadores determinaron hasta el momento que la víctima visitó al ahora imputado la noche del domingo último y durante la madrugada del lunes discutieron violentamente, lo que fue advertido por los vecinos del hombre.
Los pesquisas creen que en medio de esa discusión, el acusado atacó a golpes a la mujer, mientras que un vecino que escuchó los gritos declaró que parecía que "la estaban ahorcando", detallaron los voceros.
Según Crónica, tras la agresión, Meléndrez Ilafaya se retiró del domicilio de su pareja pero sufrió una caída en la vía pública, la cual fue advertida por otros testigos, quienes fueron a ver al hombre para avisarle.
Los testigos aseguran que Plácida no podía tenerse en pie, que le temblaban las piernas. Choque Carrillo la buscó y llevó hasta la casa que ella compartía con sus hijos menores de edad, un niño de ocho años y una adolescente de 15 años, que en esos días estaba acompañando a su padre, convaleciente de una operación.
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El hombre contó que la dejó en esa vivienda y se fue a la suya. Regresó a las 7 de la mañana de ese día y, según dijo, no advirtió que le pasara nada malo, sino que entendió que simplemente dormía. Dijo que recién advirtió que había fallecido al mediodía, cuando fue a buscarla para almorzar. Cuando intervino la Fiscalía Penal de Graves Atentados de Tartagal, enseguida ordenó la detención del hombre, por temor a que pudiera huir. En ese momento se lo imputó por abandono de persona seguido de muerte, entendiendo que tendría que haber llamado una ambulancia, si sabía que la mujer se había golpeado la cabeza al caer en la vía pública.
Sin embargo, tras los resultados de la autopsia, la acusación mutó a homicidio, porque se determinó que la muerte fue "causada por hemorragia subdural, producida por cuatro golpes a la altura de la cabeza".
