Por tercera noche consecutiva, salvadoreños en distintos puntos del territorio nacional hicieron sonar las bocinas de sus automóviles y dieron cacerolazos como protesta para mostrar su desaprobación a las medidas del gobierno de Nayib Bukele durante la pandemia del COVID–19.
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En punto de las 8:00 p.m., los “pitazos” invadieron el territorio salvadoreño para hacer notar el descontento por cómo las autoridades están manejando la crisis sanitaria: así como por la violación a los derechos de la población, la situación de los varados, entre otros puntos. En redes sociales se recibieron reportes desde colonias como la San Luis, Antiguo Cuscatlán, Layco, y los alrededores del estadio Cuscatlán.
Desde el pasado 7 de mayo, el presidente Nayib Bukele se escudó en que la ley de Cuarentena y Aislamiento para emitir un decreto ejecutivo que contiene “causas adicionales” a las previstas en el artículo 8 de la citada normativa para aplicar más restricciones a los ciudadanos y negocios, so pena estos últimos de ser cerrados por incumplimiento y las personas de ser enviadas a centros de detención.
Los salvadoreños ya no podrán transitar de un municipio a otro y las salidas a hacer compras de alimentos y medicinas serán dos veces por semana de acuerdo al último número de su DUI. Para los extranjeros, deberán presentar su pasaporte o carné de residente. Quienes no posean su documento de identidad, tienen que obtener una certificación del Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN) vía correo electrónico.
Por otra parte, abogados constitucionalistas han cuestionado la manera en que el Ejecutivo cambió de madrugada algunas reglas de la cuarentena al publicar el decreto 24, que estará vigente hasta el 21 de mayo. Aseguran que con la publicación del nuevo decreto, el Ejecutivo busca neutralizar las demandas interpuestas por ciudadanos contra medidas consideradas inconstitucionales.