Cuarentena por coronavirus lleva a familias a clamar por comida en El Salvador

hambre

Más ciudadanos siguieron demandando ayer alimentos ante el agotamiento de sus provisiones y la falta de ingresos al tener prohibido salir a trabajar, tras cumplir dos meses de cuarentena domiciliar decretada por el Gobierno salvadoreño como medida de combate y prevención del COVID-19.

Con banderas blancas colocadas en las viviendas, salvadoreños en diferentes puntos de la zona metropolitana colonias como Altavista, barrio Modelo y sector del excine Apolo, pidieron desde la noche del martes alimentos para sobrevivir al gobierno que preside Nayib Bukele.

Aunque todas las familias son afectadas por el confinamiento, los grupos más vulnerables son los ancianos, discapacitados, niños, mujeres embarazadas, mujeres jefas de hogar, sector informal, empleados de maquila y una lista interminable de trabajadores que no obtienen ingresos desde hace dos meses.

“Necesitamos ayuda”

 

Ayer los habitantes de la populosa residencial Alta Vista, situada entre los municipios de Ilopango, San Martín y Tonacatepeque habían colocado banderas blancas en sus portones y se leían mensajes como: “tenemos hambre”, “queremos comida”, “necesitamos ayuda”.

 

Como reacción, el ministro de Gobernación, Mario Durán, y empleados del Ministerio de Obras Públicas llegaron a Altavista y según sus informes repartieron cinco mil paquetes de alimentos entre las 09:30 y 10:00 de la mañana.

“Dedo a endulzar”

Un trapo blanco en una vivienda en El Salvador como señal de auxilio al gobierno / EFE

 

Sin embargo, para una colonia considerada de las más grandes de Latinoamérica, ese solo fue el “dedo a endulzar”, afirmó una vecina en la tercera etapa de la colonia, donde los habitantes dijeron que el hambre los había hecho ondear banderas blancas para ver si de esa manera el gobierno les prestaba atención y les llevaba alimentos.

“En nuestro pasaje (polígono 30 y pasaje 30B” de la misma colonia pero en el lado de San Martín, tenemos dos meses de no salir a trabajar y de no traer ingresos a nuestros hogares”, manifestó Alberto Portillo, un joven dirigente comunal.

El residente lamentó que los 5,000 paquetes alimenticios que el gobierno mandó ayer a Altavista, no alcanzaran para los habitantes de la tercera etapa de la colonia, donde residen madres solteras, trabajadoras de maquila y vendedores del sector informal u que trabajan por su cuenta por el día a día, que ya han empezado a sufrir las consecuencias de la cuarentena domiciliar.

En redes sociales, el clamor por alimentos incrementaba a través de mensajes en mantas, toallas o carteles blancos. Los habitantes del barrio San Lorenzo, en el mesón El Renacer y El Panal de Santa Ana, se sumaban a los que dicen tener hambre, informó El Diario de Hoy.