El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) logró identificar el genoma de las cepas de COVID-19 que circulan en el país, dando como resultado que dos de las seis muestras analizadas coinciden con las cepas que identificaron en Estados Unidos.
Además, las otras cuatro son similares a las de otras regiones.
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“Algo muy positivo para el país es que Inciensa, que funge como el laboratorio nacional en asuntos de salud pública, logró hacer la secuencia del genoma completo del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Recordemos que todos los virus tienen una secuencia en su estructura de ARN o de ADN y que es propia de cada virus. Ese mapeo por primera vez a nivel de un virus humano se logra hacer en nuestro país”, explicó Daniel Salas, ministro de Salud.
Francisco Duarte, coordinador del Laboratorio de Genómica de Inciensa, y su equipo de trabajo, tienen más de diez años de desarrollar técnicas para identificar y subtipificar los patógenos importantes en salud pública.
Esto significa que utilizan distintas técnicas para definir, a nivel del ADN, cuáles son las características propias de un microorganismo.
“En este caso la aplicamos al SARS-CoV-2 que es el agente causal del COVID-19, pudimos aislar la molécula que contiene la información genética de este virus y pudimos secuenciarla, esto es que leímos la información que hay adentro de esa molécula y esto nos da una serie de ventajas en cuanto a salud pública”, indicó.
Mutaciones o cambios
Con esta información las autoridades pueden relacionar los virus, saber si se parecen entre ellos, de dónde vienen, si los pacientes comparten el mismo virus, si los casos se relacionan, así como para la prevención, control y diagnóstico de las enfermedades.
Conocer esta secuencia genética ayuda a saber si a lo largo del tiempo el virus presenta mutaciones o cambios, informó DIARIO EXTRA.