LA PAZ (Sputnik) — La oficina de defensa civil de Bolivia declaró alerta naranja en cuatro de los nueve departamentos del país, por el riesgo de un aumento de inundaciones y otros desastres que han dejado ya al menos dos muertos y un desaparecido desde principios de año.
"Existe riesgo por lluvias y tormentas eléctricas moderadas [y] la subida de caudales en ríos" de la cuenca amazónica, advirtió en un boletín el Sistema de Información y Alerta para la Gestión de Riesgo de Desastres, del Viceministerio de Defensa Civil.
El pasado fin de semana, una riada en Sorata, región turística subtropical del norte de La Paz, destruyó un campamento de excursionistas arrastrando a tres de los viajeros, dos de los cuales fueron encontrados muertos a varios kilómetros de distancia mientras el tercero continuaba desaparecido, según medios locales.
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Equipos de rescate recuperan el cuerpo (el segundo) de uno de los tres jóvenes que fueron arrastarados ayer por una riada en el Río Marquilla, en Sorata (#LaPaz).
(? Los Tiempos) pic.twitter.com/3vV4D7Nulc— Periódico Bolivia (@Bolivia_bol) January 7, 2020
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Este martes efectivos del grupo BERSA hallaron en la comunidad Sutilaya, #Sorata, el cuerpo de Denis Yujra Aruquipa, segundo desaparecido tras la mazamorra que se registró el fin de semana. Video: RRSS pic.twitter.com/ghmTNxs0oa— La Razón Digital (@LaRazon_Bolivia) January 7, 2020
Alerta naranja
La alerta naranja fue declarada en municipios rurales de los departamentos de La Paz, Cochabamba (centro) y los amazónicos norteños de Beni y Pando.
Evacuación en Pando
Las aguas del río Acre sobrepasaron los 11 metros en el departamento de Pando. Este hecho afectó las viviendas de al menos 12 familias. “Me levanté muy temprano en la mañana (de ayer) y cuando vi el suelo, observé que ya entraba el agua”, afirmó una de las vecinas de la zona.
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Las familias afectadas comenzaron a retirar sus pertenencias hasta ayer en la tarde porque “el agua continuaba subiendo”.
La temporada de lluvias en Bolivia, especialmente intensa en enero y febrero, suele ocasionar diversos desastres en ciudades, áreas rurales y carreteras.
En 2019 las inundaciones y otros desastres provocados por las lluvias afectaron a 93 municipios, casi un tercio del territorio nacional, dejando más de 70.000 familias afectadas, al menos 34 fallecidos y 26 desaparecidos, según reportó el Gobierno.