San Juan, 20 nov (EFE).- Las muertes en el archipiélago atlántico de Bahamas relacionadas con el paso del huracán Dorian en septiembre pasado aumentaron a 69, según la última actualización de la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias (NEMA, en inglés) que se divulga este miércoles en la dirección en internet de la entidad gubernamental.
La cifra aumentó en dos fallecidos respecto a la última actualización del director de NEMA, Stephen Russell, el pasado 29 de octubre, cuando se informó de 67 fallecidos tras el hallazgo de dos cuerpos en las localidades de Dundas Town y The Mudd, ambas en las islas Ábaco, junto a Gran Bahama las áreas más perjudicadas por el huracán.
NEMA advierte que la cifra oficial de 69 fallecidos se espera que aumente, algo que ya fue anunciado poco después del impacto de Dorian al noroeste del archipiélago atlántico a principios del pasado mes de septiembre, momento en el que se explicó que los muertos por el suceso crecerían en número con el paso de los meses.
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Más cuerpos se encontraran
Russell dijo en octubre que mientras las autoridades continúan limpiando las zonas devastadas más cuerpos se encontrarán entre los escombros en las islas Ábaco y Grand Bahama.
La última actualización no da datos sobre personas desaparecidas, que a finales de octubre se situaban en 282, a las que hay que sumar más de 700 personas que todavía se mantienen en refugios repartidos en cinco albergues en Nueva Providencia.
El huracán Dorian provocó a su paso por Bahamas daños por valor de 7.000 millones de dólares, según cifras preliminares de las autoridades bahameñas.
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La destrucción provocada supuso que Dorian se considere una de las tormentas más devastadoras de la historia del archipiélago atlántico.
Los daños se concentraron en las islas Ábaco y Gran Bahama, en el noroeste del archipiélago, pero otras áreas de este territorio atlántico prácticamente no sufrieron daño alguno.
Uno de los colectivos más castigados por el huracán fue el de los inmigrantes haitianos en situación irregular en Bahamas.
El Gobierno promovió la expulsión de los haitianos tras el huracán, lo que fue causa de críticas por parte de distintas agrupaciones en defensa de los derechos humanos.