La Iglesia católica de Costa Rica no se escapa de los escándalos que involucran a sacerdotes.
En esta ocasión le correspondió al sacerdote Alonso Azofeifa Ulate, quien fue separado de la parroquia de San Rafael Arcángel en Heredia.
En una carta firmada por monseñor José Rafael Quirós, arzobispo de San José, se indica que el párroco enfrenta dos denuncias por “infracción al sexto mandamiento con persona mayor de edad”.
La propia Iglesia confirmó que el sexto mandamiento es “no cometerás actos impuros”.
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De acuerdo con la organización religiosa, el Tribunal Eclesiástico recibió dos denuncias canónicas este año.
“Junto con el obispo auxiliar, monseñor Daniel Francisco Blanco y en atención a la verdad y la justicia, decidí que, mientras se realiza la investigación canónica, que por derecho ha de ejecutarse, al Pbro. Azofeifa se le renueva del oficio de párroco.
Estando en desarrollo el proceso de indagación, con el fin de asegurar el esclarecimiento de la verdad, la Curia Metropolitana no brindará más informaciones”, expresó Quirós.
El sacerdote que la organización separó tenía dos años de formar filas en el sector de San Rafael y figura como capellán de la Fuerza Pública.
Asombro
La noticia causó asombro entre los vecinos de San Rafael, quienes no pueden creer lo sucedido.
Uno de los que lamentaron el incidente es el alcalde Verny Valerio, quien dijo que el cura hizo mucho por la comunidad herediana en la remodelación del templo y en acercarse a la población.
Manifestó que como abogado cree en el principio de presunción de inocencia y lamentó la situación porque se ganó el cariño de los fieles.
“Nadie es culpable hasta que se le demuestre que lo es. Lamento muchísimo que el padre se tenga que ir porque, de verdad se ganó el cariño de todos. La comunidad católica estaba contenta con él desde el punto de vista espiritual, así como la forma de trabajar”, expresó.
El párroco Marvin Danilo Benavides Campos fue nombrado como administrador parroquial.
La separación ocurre en momentos en que la Iglesia se ve envuelta en las críticas por los presuntos casos de abuso sexual de sacerdotes contra menores de edad.
Uno de estos ocurrió el 27 de febrero cuando la Conferencia Episcopal comunicó la salida del sacerdote Manuel Antonio Guevara Fonseca, entonces cura de la parroquia de Santo Domingo, por supuesto abuso sexual.
El 7 de marzo anterior, el Ministerio Público allanó las oficinas de la Conferencia Episcopal en Barrio México y de la Curia Metropolitana para dar seguimiento a los casos de Guevara y del exsacerdote Mauricio Víquez.
En dichos operativos las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y del Ministerio Público encontraron conversaciones de curas con menores de edad y fotografías supuestamente comprometedoras.
Además, se supo que la Iglesia tenía más denuncias sobre abusos y violaciones, informó DIARIO EXTRA.