Hace 16 días, hubo fiesta en la casa de la familia Martínez Trinidad. José Julián, el segundo de cuatro hermanos, cumplió nueve años y para festejarlo su madre cocinó tamales. Este sábado, el ambiente era de tristeza e impotencia porque, la tarde del viernes, el niño fue asesinado.
La víctima fue degollada y presentaba una perforación en el pecho que le dañó un pulmón, según el resultado de la autopsia.
El principal sospechoso de haber matado al niño en el cantón Casas de Teja, de Candelaria de la Frontera, Santa Ana, es su tío Gilberto Martínez Vásquez, de 19 años, quien ya fue detenido.
#ElSalvador Un niño de 9 años fue encontrado asesinado, anoche, en el cantón Casas de Tejas en Candelaria de la Frontera, Santa Ana. La víctima había desaparecido por la tarde.
— elsalvador.com (@elsalvadorcom) August 24, 2019
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El sábado al mediodía, mientras esperaba afuera de la morgue, Herbert Martínez, de 34 años, padre de la víctima, no se explicaba porqué su primo mató al niño, con quien era muy cercano.
El jornalero hacía un esfuerzo por contener las lágrimas mientras relataba la angustia que vivió por la noche, cuando dieron por desaparecido a José Julián, y el dolor que sintió cuando, al amanecer, vio el cadáver del niño en un potrero situado a 500 metros de su casa.
El jornalero contó que la tarde del viernes salió con otros parientes a buscar a su hijo. Varios vecinos les contaron que pasadas las 3:00 p.m. lo vieron jugando chibolas en la casa de una pariente. Después llegó Gilberto, supuestamente alcoholizado, y se marcharon juntos. Más tarde fueron vistos por otros lugareños cortando jocotes en el caserío El Llano.
Herbert contó que su hijo era muy apegado al joven porque le regalaba dinero o golosinas. Aunque sabía que el hombre acostumbraba a embriagarse, nunca le impidió que no se juntara con él, porque el menor de edad nunca le contó que su tío le hiciera daño o lo amenazara.
Cuando anocheció, los padres de José Julián fueron varias veces a la casa de Gilberto a preguntarle por el paradero del niño, pero él les aseguró que no lo había visto.
“Le preguntamos a dónde lo había dejado; le insistimos en que nos dijera si le había dado algo de beber, que si le había hecho algo, pero él se negaba… Mi primo hasta nos dijo que no lo acusáramos sin tener pruebas, pero mucha gente los vio juntos”, se lamentaba Martínez.
A las 11:00 p.m., la familia llamó a la Policía para reportarlo como desaparecido. Más tarde, un grupo de agentes llegó a entrevistar a los padres de la víctima y antes de la medianoche detuvieron a Vásquez en vías de investigación.
Los padres presumen que el joven le contó a los policías a dónde estaba el niño, porque a las 5:00 a.m., cuando los dolientes iban a retomar la búsqueda de José Julián, vieron algunas patrullas y el carro de Medicina Legal en el cantón. Al acercarse a la escena, descubrieron cuál había sido el final del niño.
Su tio el principal sospechoso
Los padres de la víctima aseguraron que no tenían una mala relación con el supuesto homicida y creen que habría actuado con violencia por los efectos del alcohol.
Las autoridades tienen otra versión. La tarde del sábado, informaron que habían capturado a Vásquez y a José Antonio Cruz, un hombre de la tercer edad. Al primero lo acusaron de cometer el homicidio y al otro de planificarlo.
Según la fuente, Cruz es propietario del terreno donde reside la familia de la víctima y, presuntamente, pretendía tener una relación sentimental con una pariente del menor de edad, indicò Salvador.com