Mujeres de la capital mexicana se movilizaron para manifestar su hartazgo ante las violaciones a jóvenes por parte de policías.
Las autoridades siguen sin detener a cuatro policías, acusados de violar de una menor de edad mientras patrullaban las calles en el norte de la ciudad.
El crimen ocurrió en la madrugada del sábado 3 de agosto y al menos una semana después, los cuatro policías acusados de haber acosado, secuestrado y violado a una jovencita que iba camino a su casa, seguían trabajando sin consecuencias.
El hartazgo se hizo evidente durante una manifestación convocada bajo el lema 'No me cuidan, me violan' y que se inició en las oficinas centrales de la Secretaría de Seguridad Pública, para la que trabajan los policías acusados, hasta la sede de la Procuraduría General de Justicia, repartición que hasta ahora no ha iniciado acciones legales contra ellos.
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El conflicto se acrecentó ante el anuncio oficial —por intermedio de la fiscal para atención de delitos sexuales, María Concepción Prado, encargada del caso— de que la familia de la víctima no había querido ratificar su denuncia penal de lo sucedido, debido a la "filtración" pública de los datos personales de la víctima.
Quién y cómo se hará cargo de continuar la investigación de este delito grave es una de las respuestas pendientes que puede poner en jaque al Gobierno capitalino, menos de un mes después de haber anunciado una “renovación” de la fuerza pública.
¿Qué se sabe del caso hasta ahora?
El caso se conoció públicamente después de que se filtrara la denuncia que hizo la familia de la adolescente de 17 años, en la que relata cómo la joven regresaba caminando a su casa cuando fue interceptada por una patrulla con policías al servicio de la Secretaría de Seguridad capitalina. Los agentes inicialmente ofrecieron llevarla a su casa. Aunque la adolescente se negó, los uniformados la subieron a la fuerza, abusaron sexualmente de ella y la dejaron en otro punto de la ciudad, desde donde logró regresar a su barrio.
"La Procuraduría dice que la familia no volvió a ratificar su denuncia, pero hay mucho miedo. Esperamos que con esta presión sigan la investigación de oficio, porque las evidencias están", dijo a Sputnik Norma Andrade, activista mexicana y madre de Lilia Alejandra García, asesinada en ciudad Juárez (Chihuahua) en 2011, a los 17 años, cuando volvía de su trabajo.
Los policías no me cuidan me
violan y no me dan seguridad, me dan miedo.#NoMeCuidanMeViolan#LaPoliciaViola pic.twitter.com/I7kCdQG0iB— Carlos Padilla (@car_pad92) August 13, 2019
Andrade indicó que la adolescente fue atendida por la Cruz Roja luego de ser atacada por los policías y que hay más evidencia de que los hechos ocurrieron como la víctima narró.
Prado, la fiscal del caso, sostuvo en conferencia de prensa que ya cuentan con las bitácoras de las patrullas actuantes esa noche en ese sitio, así como información de GPS y radio; los vídeos de las cámaras de vigilancia pública y los establecimientos comerciales cercanos. Según el titular de la Secretaría de Seguridad ciudadana, Jesús Orta, estos datos fueron facilitados por Asuntos Internos, que abrió una investigación propia dentro de la fuerza, informó Sputnik.