Escazú.- El joven que presuntamente fue violado por Rolando Rodríguez, alcalde de Cartago, Costa Rica dio la cara y brindó una larga y reveladora entrevista a DIARIO EXTRA, donde no se guardó ningún detalle sobre el sufrimiento por lo que vivió.
Tal como se dio a conocer en Costa Rica hace algunos días, el político fue acusado por violación, incluso lo citaron a los Tribunales de Cartago.
Brenes, abogado del ofendido, expresó que pedirán a la Fiscalía hacer una extensión de la denuncia porque al parecer cuentan con más pruebas contra Rodríguez, incluso habría más víctimas porque aseguran que comprobaron que usa las instalaciones municipales para estos encuentros sexuales.
A continuación la entrevista:
¿Cuál es su nombre?
-Keneth Alvarado Salazar.
¿Cuántos años tienes?
-Tengo 25 años.
¿Cómo conoce al alcalde Rolando Rodríguez?
-Lo conozco en el año 2013, precisamente cuando entregaron las casas de bien social donde vivo luego de una inundación. Eso es en La Campiña, en Cartago. Yo lo conocí en la oficina de él el día que nos dieron las llaves de la casa. Fue todo en la alcaldía ese día. Solo eran dos casas, la nuestra y la de otra familia.
¿Qué pasó ese día?
-Ese día yo le llevé dos cartas para que iniciara una ayuda a mis dos hermanos porque quedaron por fuera del proyecto. Siempre hubo en la reunión esa mirada. Cuando llegué a entregar las cartas él me atendió por aparte. Ahí me recibió las cartas y desde ese momento siempre estaba pendiente. Recuerdo que empezó a rozarme las manos cuando estaba cerca de mí.
¿No fue un trato profesional?
-Correcto. No fue profesional. Ese fue el primer contacto.
¿Qué pasó después?
-Empezamos a comunicarnos. Él me había dado una tarjeta de presentación con su número privado. Fueron mensajes por WhatsApp y Messenger. Él empezó a preocuparse mucho por mi situación económica. Me mandaba a llamar para dejarme dinero con la secretaria de la alcaldía.
¿Cuánto?
-Me dejaba de ¢30 mil a ¢50 mil. Decía que deseaba ayudarme. Un día llegó a mi casa tarde-noche con un pago de la universidad. Yo estudio Educación en la Universidad Americana (UAM).
¿Cuánto pagó?
-Me pagó el segundo cuatrimestre, ¢350 mil.
¿Usted llegó a trabajar en la Municipalidad?
-Me dijo que le dejara un currículum y personalmente fui a dejárselo. Ellos (la Municipalidad) cuentan con una empresa outsourcing (Cito Alega S.A.). Me contactan y me hacen la entrevista.
¿Cuándo le dieron el trabajo?
-Como seis meses después de que nos dieron la casa. Me contrataron como inspector de control de calidad en el departamento de Patentes. Mientras eso pasaba, él continuaba con los cortejos y las insinuaciones.
¿A usted no le parecía extraño?
-Claro que sí. Obvio.
¿Qué hicieron sus padres?
-Mi mamá es ama de casa y en estos momentos mi papá está desempleado.
¿Qué sucedió después?
-Días antes de entrar a trabajar a la Municipalidad me invitó a comer al Novillo Alegre (restaurante de carnes).
¿Qué ordenó el alcalde? ¿Chorizo?
-No me acuerdo exactamente, pero pagó más de ¢50 mil. Aprovechó que estaba feliz porque pronto yo estaría trabajando, que me estaba ayudando. Me acuerdo que la factura la pidió a nombre de la Municipalidad de Cartago. El día que llegó a mi casa lo hizo en un carro oficial. Cuando hacía un viaje me traía ropa.
¿Entonces le compraba ropita?
-Así es.
¿Cuando trabajaban en el mismo lugar qué pasó?
-La comunicación seguía normal, mensajes por WhatsApp y Messenger. Reconozco que fue muy amable y lo que no me gustó al inicio era ese toqueteo. En la Municipalidad había otro muchacho que fue pareja de él, yo lo conocí y eran esos celos. Por eso a mí me da cólera que en sus declaraciones por este caso diga que no firmó papeles y eso, que nunca me pagó la U.
¿Cuándo fue la violación?
-Me mandó a llamar a la oficina. Tenía la costumbre de que cuando uno entraba, se levantaba para acariciarlo y si uno se molestaba por eso él se enojaba. Ese día fue la primera vez que me hizo un ofrecimiento y me dijo que siempre había querido estar conmigo y que deseaba hacerme sexo oral. Cuando veo que se me tiró encima, no me dio chance de nada.
¿Qué hizo?
-Se arrodilló y me sacó el miembro para hacerme sexo oral.
¿Cómo reaccionó usted? ¿No le dio un golpe?
-Detrás de la oficina tiene una pared falsa y me agarró. Yo pensé en golpearlo. Me hizo el sexo oral, luego me subí el pantalón y salí.
¿Eso sucedió en la propia oficina de Rolando Rodríguez?
-Así es, fue en su oficina.
¿Él estaba como loco?
-Él siguió molestándome e incluso con los ofrecimientos. Me decía: “Quiero acostarme con vos”. Yo le dije que no.
¿Le tenía apodo?
-Sí, él me decía que yo era como una pepa (término vulgar para referirse a la vagina), que se le parecía a una mujer. Él continuó haciéndome ofrecimientos, ya menos, pero siempre los hacía. Cuando salíamos con el grupo de amigos empleados de la Municipalidad siempre era Keneth, Keneth y Keneth… Me llamaba y me regañaba.
¿Cuánto ganaba usted en la Municipalidad?
-Como ¢320 mil de 7 a.m. a 4 p.m.
¿Cuándo cortó todo?
-Él se alejó de mí porque yo no le quería aceptar sus propuestas sexuales, entonces empezó a hostigarme y hostigarme. Pasaba regañado. Hay una pregunta que hace la gente, ¿por qué lo denuncié tras tanto tiempo? Los hechos pasaron cuando yo tenía 19 años. Él siguió amenazándome que recordara todas las ayudas que me dio.
¿Usted buscó ayuda para defenderse del acoso de Rolando Rodríguez?
-Sí, fui a donde Luis Gerardo Villanueva para que me ayudara. Se ofreció a ayudarme, pero se desapareció.
La gente piensa que esto es por un tema político.
- Te puede interesar: Jesuitas reconocen que sacerdote abusó de 22 mujeres en Chile
-Esto no es nada político. Lo hago porque quiero y no es por dinero, tampoco nada de eso.
¿Tiene daño psicológico?
-Claro. Incluso desde la semana pasada le dije a don Walter (Brenes, su abogado) que estaba medicado, que no me sentía nada bien.
¿Qué toma?
-Calmantes. Yo los compro en la farmacia, pero hay un médico que me ayuda con las recetas. Me han dado ataques de pánico.
¿Hubo otro tipo de sexo?
-Nunca, solo sexo oral. El señor alcalde pensó que tenía que pagarle sus regalos. La gente de Cartago debe saber que él contrató a mucha gente gay para trabajar en la Municipalidad. Yo le conocí otro. Vi cómo después de la 7 p.m. se paraba en la puerta, el guarda le abría y el muchacho pasaba. No sé qué hacían adentro. Él dice que es venganza y política. De mi parte es defenderme. Tras salir de la Municipalidad se ha encargado de que yo no encuentre trabajo. Él tiene mucho poder en Cartago. Yo puse la denuncia solo.
¿En la romería pasó algo?
-No, más bien tenía que estar cerca de él y de la comisión. Yo me encargada de los puestitos durante la romería. Esos días no me molestaba tanto.
¿Qué les dice a los lectores?
-Que si alguien lee esta entrevista y fue víctima de esta persona, que lo haga público.
¿Qué le dice a Rolando Rodríguez?
-No le deseo bien ni mal y que esto no es nada político, nada de eso.