Los restos del niño de dos años y medio que falleció bajo la custodia de Estados Unidos la semana pasada llegaron a Guatemala y este sábado emprendieron el camino a su aldea natal, donde será enterrado.
El cuerpo sin vida del pequeño en un ataúd blanco llegó el viernes en torno a medianoche a las instalaciones de Cómbex de Guatemala, donde fue recibido por funcionarios de migración y personal del Ministerio de Relaciones Exteriores, antes de que un coche fúnebre procediera a su traslado.
El cónsul de Guatemala en el Paso (Texas), Tekandi Paniagua, dijo a los medios de comunicación que con la llegada de los restos de Wilmer Ramírez se concluye el proceso de repatriación del pequeño, después de que falleciera por una aparente neumonía en un hospital de EEUU en el que estaba ingresado poco después de haber cruzado la frontera con su madre a principios de abril, aunque todavía hay que esperar la autopsia.
El niño fue detenido junto a su madre, de 23 años, días después de cruzar de forma irregular la frontera entre México y Estados Unidos cerca de El Paso (Texas) por el río Bravo entre el 3 y 5 de abril.
El menor y su madre son oriundos del oriente de Guatemala, de una comunidad “alejada” del municipio de Olopa, en el departamento de Chiquimula.
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El cadáver del pequeño será entregado a su abuela materna, mientras que la madre del pequeño “decidió continuar su proceso migratorio dentro de los Estados Unidos” y por ello solicitó un oficio religioso por su hijo para “reunificarse con sus familiares” en suelo estadounidense, detalló Paniagua.
El 6 de abril fue trasladado en ambulancia a un centro médico de la zona tras mostrar síntomas de estar enfermo y posteriormente fue ingresado en el Hospital de Niños Providencia de El Paso, donde falleció.
Este es uno de los cinco menores guatemaltecos que ha muerto bajo la protección de las autoridades de Estados Unidos desde el pasado mes de diciembre.
La frontera sur de Estados Unidos vive una oleada migratoria sin precedentes en la última década que ha llevado a las autoridades fronterizas a reconocer que están desbordadas.
En abril, la cifra de migrantes detenidos tras cruzar la frontera superó los 100.000, en su mayoría familias centroamericanas, sobre todo guatemaltecas, que solicitan asilo en EE.UU. a su llegada.