Este martes el director de la Policía de El Salvador, Howard Cotto aseguró que preliminarmente no hay indicios de que el asesinato del padre Cecilio Pérez sea ataque de pandillas, sino que podría ser otra motivación, la cual no reveló.
La posibilidad de que el sacerdote Cecilio Pérez Cruz, párroco de la iglesia San José La Majada, de Juayúa, Sonsonate, fuera asesinado el viernes por negarse a pagar a la extorsión a una pandilla es poco creíble para las autoridades.
Recientemente el ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, también señaló que “lo más probable es que su finalidad -refiriéndose a un mensaje que supuestos pandilleros habrían dejado en la escena del crimen que decía “No pagó la renta MS-13”- es desviar la atención de las instituciones o de la misma opinión pública”.
Howard Cotto sostuvo este martes que tampoco se puede confirmar ni desechar la hipótesis de que el asesinato del sacerdote Pérez está ligado a las críticas que él hacía de la tala de árboles.
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Por su parte, el Monseñor José Luis Escobar Alas, dijo que al conversar con el obispo de Sonsonate, Constantino Barrera, éste le aseguró que Pérez Cruz nunca comentó que estuviera siendo extorsionado o amenazado de muerte.
Una de las cosas que llama la atención a las autoridades es que los atacantes no forzaron la puerta para ingresar hasta donde estaba la víctima.
Aunque las autoridades han asegurado que están priorizando la investigación de este caso; aún están analizando varias hipótesis y ya tienen en la mira a algunas personas sospechosas de haber participado en el asesinato, según el ministro de Seguridad.
Aunque hasta la mañana de este martes, Cotto aseguró que no hay capturados por este crimen.
Tras el asesinato del padre Cecilio Pérez, el ministro de Seguridad aseguró que esa zona de Sonsonate donde fue ultimado el religioso se caracteriza por tener un bajo índice delincuencial y las tareas de seguridad ciudadana y de prevención han demostrado ser efectivas.
Agregó que la institución no tiene conocimiento de que los grupos criminales están exigiendo dinero a sacerdotes.
