Seis meses después de este escandaloso hecho, un hombre de nacionalidad francesa y una mujer nicaragüense recibieron la condena de diez años de prisión tras declarárseles culpables de un intento de robo de un bebé.
Así lo confirmó el Ministerio Público de Costa Rica, luego de que los dos imputados se declararan culpables de los delitos de sustracción agravada de persona menor de edad, con los ilícitos de uso ilegal de uniforme y agresión con arma, en dicha ocasión los captores utilizaron indumentaria de agentes judiciales como mampara para cometer la fechoría.
La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos logró que los encartados se sometieran a un proceso abreviado y este mismo martes se les dictó la condena, según la cual cada uno tendrá que pasar diez años y un mes tras las rejas.
Los hechos se remontan al pasado 1 de noviembre en la comunidad de Calle La Chispa en Pozos de Santa Ana, donde un francés identificado como Sasha Mirc y la nicaragüense Jessica Ileana Oporta se vistieron de agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y simularon estar haciendo un retén vehicular.
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Justo en el momento que estaba pasando el padre que llevaba a un menor, se le acercaron y le rociaron un gas pimienta en su rostro, la primera reacción del hombre fue cubrirse la cara, entonces el francés le puso un chuzo eléctrico y lo hizo bajar.
En ese momento fue donde Oporta participó y sustrajo al pequeñito de dos años para de inmediato junto con el francés darse a la fuga en un Hyundai gris con placas clonadas.
Sin embargo, la pareja si acaso logró escapar solo por un kilómetro, ya que el padre del menor les dio cacería y se fue tras ellos, haciendo que chocara contra un vehículo que venía de frente.
En ese instante, personas que estaban por el lugar se fueron encima de los extranjeros y lograron quitarles de sus manos al niño que fue entregado a su padre rápidamente.
Además, los secuestradores recibieron una paliza por parte de los que estaban en el lugar, quienes se mostraron sumamente indignados con lo que ocurrió.
El francés y la nicaragüense fueron detenidos por la Policía Municipal de Escazú que se apersonó al sitio y luego los entregaron a las autoridades judiciales, donde finalmente el Tribunal Penal de Pavas logró hacer efectiva la condena por una década.
El papá de la víctima es un empresario de la zona y, al parecer, los dos delincuentes lo tenían vigilado para llevar a cabo el robo del niño.