¿“El Duende” vuelve a atacar? Hondureña dice que le robó a su hijo

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VICTORIA, Yoro. Para muchos, hablar de “El Duende” es referirse a una criatura mítica que solo existe en el folclor de algunas culturas, sin embargo, hay quienes creen en la existencia de este ser, y que incluso se atreven a afirmar que han sido víctimas de su maldad.

El 27 de enero de 2019 es una fecha marcada en rojo en el calendario de la familia Rosales Villanueva, de la localidad de Tegucigalpita, Victoria, Yoro, y es que consideran ese día como una tragedia.

La mañana de ese domingo, el pequeño Walter Esaú Rosales Villanueva, de 8 años de edad, agitaba las manos a la salida de su casa, despidiéndose de mamá, porque pasaría unas horas en la finca de café de un tío; lo que nadie sabía es que ese juego de manos podría ser un adiós definitivo entre el menor y sus seres amados.

 

A partir de ese día, nada alegra a la familia, los verdes parajes de la zona y el canto de los pájaros contrastan con el llanto casi permanente de Belkis Villanueva, la madre de 27 años que vive un calvario por la desaparición de su hijo.

“El Duende se lo llevó”, exclama la desesperada madre, sin que nadie le haga preguntas.

¿Cómo usted puede afimar algo así?

No sería la primera vez que pasa, no hay rastros de mi hijo y eso solo lo puede hacer un mal espíritu como “El Duende”, lo hemos buscado, lo buscamos todos los días y si fuera algo diferente, ya lo habríamos encontrado.

¿Quiénes lo han buscado?

Los familiares y casi toda la gente de la comunidad, vino la DPI, recorrieron la zona y no encontraron nada.

¿Han pensado en la posibilidad que alguna persona lo haya secuestrado o que el pequeño se haya perdido?

Eso es imposible, aquí todos nos conocemos y nadie se hubiese llevado a mi hijo. Él conoce muy bien esta zona y no se pudo haber perdido.

¿Por qué dice que no es la primera vez que “El Duende” se lleva a alguien de la localidad?

Yo no había nacido todavía, pero cuenta la gente de aquí que hace años se llevó a un niño llamado Darío Oviedo, pero lo devolvió a los ocho días.

¿Qué pasó con ese joven?

La familia de ellos no comenta nada, pero aquí se dice que no podía vivir en paz y que se fue huyendo de “El Duende” a Estados Unidos, hace muchos años.

¿Cree que su hijo aparecerá?

No tengo dudas, mi hijo va estar con nosotros muy pronto, lo he soñado y lo siento muy cerca.

¿Qué ha soñado?

Lo veo en mis sueños entrando por la puerta de mi casa, pero hay algo que no me gusta…

¿Qué no le gusta?

No me reconoce, me ve como a una extraña, le digo hijo soy tu madre y él parece no darse cuenta de nada, pero eso no me importaría, con tal de volver a verlo y abrazarlo.

¿Pensó en algún momento que esto le podría pasar?

Tenía un mal presentimiento… El día anterior a que mi hijo desapareciera, yo sentía algo extraño, no quería que fuera, me dieron escalofríos y tuve una sensación de temor que no puedo explicar, era un aviso que algo malo pasaría.

AVISÓ DE LA TRAGEDIA

Doña Belkis dice que ahora que su hijo desapareció, ha logrado entender muchas cosas que pasaron unos meses antes del trágico suceso.

“Un día por la tarde mis hijos entraron atemorizados a la casa, temblaban del miedo. ¿Qué les pasa?, les pregunté, y ellos respondieron: Mami, hay un niño en un árbol, remedándonos, hace todo lo que nosotros, canta, baila, nos mira y se ríe mientras nos mira”.

“Salí al patio de la casa, ellos me indicaron el árbol donde vieron al niño, no vi nada, pero ellos me aseguraron que un pequeño con sonrisa malévola los imitaba. “El Duende” estaba planeando lo que haría más adelante”.

“Era algo extraño, se podían sentir las malas vibras, todos temblábamos de terror, aunque yo no miré nada, me da temor que se lleve a mis otros hijos”.

AFERRADA A LA FE

“No pierdo las esperanzas, leo la Biblia todos los días y sé que mi hijo aparecerá, a veces escucho sus silbidos, como que nos está pidiendo ayuda, una mujer dice que lo vio en una cueva, pero no hemos visto rastros”.

“Fuimos a la cueva, no encontramos nada, pero ahí se sentía la presencia de mi hijo, mi amor de madre me dice que está vivo y se lo vamos a arrebatar a El Duende”.

Doña Belkis cuenta que incluso ha recibido llamadas de profetas que le dicen que su hijo vive y que le ayudarán a rescatarlo.

“Me llamó un profeta de la zona norte y me aseguró que “El Duende” no es un mito, que existe y que se llevó a mi pequeño, pero que él vendrá para que juntos iniciemos una búsqueda y podamos rescatarlo”.

Pero no todos son tan generosos como este profeta que vende esperanzas a cambio de nada; hay otros que buscan hacer leña del árbol caído.

“Un tipo me llamó, me dijo que era un pastor mexicano y que si le conseguía 10,000 lempiras, encontraba a “El Duende” con mi niño, no le hicimos caso porque entendimos que es alguien que quiere aprovecharse de la situación”, dijo la desesperada madre.