Caracas, 30 abr (Prensa Latina) El protector político del estado venezolano de Táchira, Freddy Bernal, anunció la implementación de un plan para neutralizar y desmantelar bandas criminales activas hoy en los territorio fronterizos con Colombia.
"Las bandas dedicadas al narcotráfico, contrabando, extorsión, corrupción y secuestro serán intervenidas con todo el peso de la ley", afirmó Bernal en declaraciones a la prensa difundidas a través de la red social Twitter.
El dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) sostuvo que la respuesta del Gobierno bolivariano será contundente contra los funcionarios públicos implicados en actos de corrupción y vinculados a estas acciones delictivas en esa occidental demarcación.
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Protector del Táchira @FreddyBernal lanza una ADVERTENCIA a grupos paramilitares, mafias del contrabando y grupos mercenarios que se aplicarán MEDIDAS CONTUNDENTES afirmando que en guerra avisada, no muere soldado" y desistan de sus actividades al margen de la ley. pic.twitter.com/El6nI6iHX0
— Protectorado Táchira (@JuntosXTachira) April 29, 2019
"Vamos a combatir con la Constitución en la mano a todo grupo desestabilizador", subrayó Bernal al asegurar que no será permitida la anarquía en la zona de la frontera.
El protector del Táchira mencionó entre los objetivos del plan de seguridad el enfrentamiento a bandas paramilitares dedicadas al contrabando de gasolina en el sector de Boca de Grita, así como grupos irregulares presentes en Palmita y Caño Amarillo, en el norte del estado.
Rechazó además las amenazas contra los alcaldes de las jurisdicciones de frontera; "no aceptaremos amedrentamiento venga de donde venga", enfatizó al respecto.
Informamos al pueblo de Venezuela que en estos momentos estamos enfrentando y desactivando a un reducido grupo de efectivos militares traidores que se posicionaron en el Distribuidor Altamira para promover un Golpe de Estado contra la Constitución y la paz de la República… 1/2
— Jorge Rodríguez (@jorgerpsuv) April 30, 2019
A finales de febrero el estado de Táchira vivió acciones violentas fraguadas por sectores de la derecha asociados al diputado opositor Juan Guaidó, autoproclamado "presidente encargado'" del país con apoyo de Estados Unidos y sus aliados internacionales, en un acto de usurpación calificado por Caracas como intento de golpe de Estado.
La zona limítrofe sirvió de teatro de operaciones a una operación de falsa ayuda humanitaria que constituyó pretexto para crear un clima de desestabilización con el fin de crear condiciones para una intervención extranjera, de acuerdo con las denuncias formuladas por el Gobierno venezolano.
A raíz de estos hechos, Venezuela rompió relaciones con Colombia, luego de ordenar el cierre de los pasos fronterizos entre ambas naciones, escenarios principales de los hechos de violencia que ocasionaron cientos de heridos, entre civiles y militares.
