Acusados de comerse a más de 20 mujeres reciben sentencia

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La pareja conformada por Juan Carlos "N" y Patricia "N", acusados de asesinar y comerse a casi una veintena de mujeres, se carcajearon cuando recibieron su primera sentencia de 30 años de cárcel.

Durante la sentencia que se efectuó este miércoles en la sala de los juzgados del Penal de Chiconautla, el juzgador encontró elementos suficientes para considerar que la pareja de homicidas fue responsable de la desaparición de Nancy Nohemí Huitrón Solorio, una joven que fue asesinada y cuya bebé fue vendida por 15.000 pesos (USD 786) en el mercado negro.

También encontraron pruebas para juzgarlos por el caso de Arlet Samanta Olguín Hernández, una joven de 22 años, mamá de tres menores, que desapareció el 25 de abril de 2018 y fue asesinada por la pareja en una casa de la calle Playa Tijuana, en la colonia Jardines de Morelos.

En la audiencia del pasado 4 de febrero, y con base en las declaraciones del propio inculpado, la juez narró durante más de dos horas el homicidio de Arlet, a quien Patricia citó en su domicilio para venderle un pantalón.

Juan Carlos la asesinó en el sillón, le cortó la garganta y después desmembró su cuerpo en el baño. Usaron los restos para hacer tamales y comérselos, según sus propias declaraciones.

 

 

Por cada víctima, el juez ordenó una sentencia de 15 años y cada uno deberá pagar una multa de 160 mil pesos (USD 8.389).

Al final de la audiencia los familiares de las víctimas se acercaron a la cabina donde se encontraban los "Monstruos de Ecatepec", les gritaron "asesinos" y les dijeron que tenían que pagar todo el daño que habían hecho.

Al principio la pareja iba ser sentenciada por el delito de falta de respeto a los muertos y violaciones a las leyes de inhumación y exhumación; sin embargo la Fiscalía logró la clasificación del delito por desaparición de personas.

Los dos enfrentan otros ochos procesos penales, de los cuales seis son por los delitos de feminicidio.

Video de la confesión 

 

En un video testimonial que se filtró en las redes sociales, Juan Carlos "N" confesó que tenía un odio especial hacia las mujeres.

Un supuesto abuso sexual cuando era niño y una decepción amorosa serían las razones de su rabia, según sus propias explicaciones.

Varios de los asesinatos ocurrieron a la luz del día, en el baño de una vecindad ubicada en uno de los municipios urbanos más pobres de todo el país.

Algunos restos fueron guardados en botes y refrigeradores, otros fueron vendidos en el mercado negro (para santería) y otros, según la declaración de Patricia, fueron cocinados y engullidos por ellos mismos.

“Juan Carlos le cortó un cacho de carne de la pierna derecha, fileteándola, sacando cuatro bisteces y yo hice carne asada y comimos de ahí mi esposo y yo“, detalló Patricia “N” cuando las autoridades le preguntaron cómo ocurrió el primer asesinato.

Otros restos de mujeres fueron tirados en un terreno baldío de la colonia Jardines de Morelos, que más tarde se volvió también un altar en honor a todas las víctimas que fueron asesinadas en el municipio más peligroso para ser mujer.

A ese lugar se dirigía la pareja el día que fueron capturados. La policía los tenía en la mira por la desaparición de 3 mujeres en los últimos días. Llevaban una carriola con restos humanos.