El arzobispo de San José, José Rafael Quirós, restó importancia a la caída en la imagen de la Iglesia católica en Costa Rica, luego de unos meses convulsos en donde se detuvo a un sacerdote en la frontera, se emitió una orden de captura internacional hacia otro y se allanaron los edificios de la Curia Metropolitana y la Conferencia Episcopal.
La Iglesia tuvo la mayor baja en su imagen de los últimos seis años, según la última encuesta del Centro de Investigaciones en Estudios Políticos (CIEP-UCR), tras pasar de una nota de 6,5 puntos (de 10 posibles) en noviembre anterior a 5,5 en marzo.
Pese a esto, el arzobispo afirmó estar seguro de ver a “mucha gente comprometida” con la Iglesia católica y pronosticó una amplia participación en la Semana Santa, que dio inicio ayer domingo 14 de abril.
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“Nuestra principal responsabilidad como Iglesia es seguir evangelizando y fruto de ello es la gran participación en la vida de las comunidades parroquiales, donde los agentes de pastoral siguen activos; de manera que lo que podemos decir es que nosotros vemos mucha gente comprometida y mucha participación de fieles; como por ejemplo, el Miércoles de Ceniza. Estamos seguros que así será en la Semana Santa”, comentó Quirós a través de un correo electrónico.
Quirós está bajo investigación eclesiástica luego de que dos jóvenes lo denunciaran en octubre anterior por supuesto encubrimiento de delitos sexuales. Estos hombres denunciaron al prófugo Mauricio Víquez de haberlos abusado cuando eran adolescentes y señalaron que Quirós conocía de los hechos desde 2003. “Se me pasó el asunto”, recuerdan que esa fue la respuesta del entonces vicario judicial y hoy cabeza del catolicismo costarricense.