El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó sobre el riesgo que corren los niños y jóvenes en Honduras, donde cada día muere un menor de 18 años de edad de forma violenta.
La directora de Unicef, Henrietta Fore, enfatizó que esa realidad representa una cifra abrumadora para una nación que no está en guerra, tras una visita a la nación centroamericana.
“Honduras continúa siendo un lugar peligroso para demasiados niños y adolescentes. Las maras siembran el terror en todo el país y ofrecen a los jóvenes una elección imposible: Unirse o morir”, alegó.
La funcionaria escuchó los testimonios de la población afectada e indicó que más de medio millón de niños en edad escolar no acceden a la educación secundaria.
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“Dejar la escuela es la única forma en que los jóvenes pueden escapar a las amenazas y el acoso de las maras, y a su reclutamiento forzoso, especialmente cuando en su camino al colegio atraviesan áreas controladas por aquellas”, explicó Fore.
Un niño muere en Honduras cada día. Para un país que no participa en una guerra activa la cifra es asombrosa.
Una educación de calidad y un fin a la violencia pueden ofrecer esperanza y mejores oportunidades para niños y niñas. #ENDViolence @unicefchiefhttps://t.co/nFFcBtfb0D— UNICEF Honduras (@unicefhonduras) April 3, 2019
La violencia como principal causa para huir
Miles de niños hondureños con sus familias deben escapar de su país ante el incremento de la violencia, la pobreza y las pocas o nulas oportunidades para asistir a la escuela.
La Unicef advierte que el viaje de los migrantes por rutas muy peligrosas continuará mientras no se alcance una solución para las problemáticas que promueven el éxodo.
Uno de los testimonios recibidos por Fore alegaba que “no migramos para tener una vida mejor, migramos para sobrevivir”.
En consecuencia, llamó a los Gobiernos centroamericanos para que implementen políticas sociales que permitan el acceso a la educación y terminen con la violencia.