Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica crearon este martes 2 de abril una comisión de protección al menor que está integrada por la misma iglesia, además de profesionales en psicología y leyes.
Esta comisión le dará a los obispos y a sus equipos pastorales asesoría jurídica, canónica y psicológica para la atención integral en casos de abuso sexual infantil cometidos por sacerdotes, incluyendo la necesaria atención a las víctimas.
También buscará fórmulas de unión entre instituciones con dependencias públicas y organizaciones privadas especializadas en la protección de menores, así como fortalecer la cultura de la prevención y de la denuncia.
Los cinco miembros son los sacerdotes Alejandro Jiménez, del tribunal eclesiástico y Mauricio Solano, de la comisión nacional del clero; la comunicadora Lis Chaves; el psicólogo Juan Carlos Oviedo y la abogada en derecho de familia Alexandra Loría.
Los obispos aseguran: “Queremos manifestar a la comunidad nacional nuestro compromiso de poner en primer lugar de nuestro quehacer a las víctimas de este crimen y a sus familias, dando credibilidad a su testimonio y ofreciéndoles acompañarlas espiritual y psicológicamente en su proceso de sanación interior”.
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Explican los obispos que la comisión de protección al menor buscará “hacer y mantener actualizadas las políticas, protocolos y manuales institucionales para la prevención y atención del abuso sexual infantil".
La comisión nace después de que el pasado 7 de marzo la Fiscalía de Género, acompañada de oficiales del OIJ, allanaran la Curia Metropolitana y la Conferencia Episcopal con el objetivo de ubicar documentos importantes sobre abusos sexuales de sacerdotes contra menores de edad.
“Se trata de los expedientes 18-000854-0994-PE, en el que figura como imputado Víquez Lizano, por el presunto delito de violación calificada delito de abuso sexual contra persona menor de edad”, explicó la Fiscalía ese 7 de marzo.
El caso más reciente en este tema es el de un sacerdote de apellido Morales, a quien se le sigue una causa por presuntos delitos sexuales en la Fiscalía de Género, misma que lanzó una alerta migratoria en caso de que el cura intentara salir del país. El pasado 21 de marzo, cuando Morales buscó dejar Costa Rica por la frontera sur, pero fue detenido.