Cientos de manifestantes salieron a las calles este lunes 25 y martes 26 de marzo en Brasil, para defender el actual subsistema de salud indígena amparado por la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai).
La manifestación es un respuesta a la reciente moción del gobierno brasileño de municipalizar la salud indígena e eliminar la Secretaría.
El martes por la mañana, un grupo de indígenas ocuparon el edificio del Ministerio de Salud en Curitiba, y a la vez se realizaron varias protestas en Bahía, Porto Velho, Brasilia y en todo el país. Con sus pancartas en alto, cientos de manifestantes pidieron enfáticamente "más salud, más derechos y más respeto".
"El subsistema de salud indígena es nuestra conquista y tiene que ver con nuestra lucha. No pertenece a un partido o a cierta política, ya que lo construimos nosotros", dijo a Brasil de Fato el líder indígena guaraní, Elói Jacinto.
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La Secretaría Especial para la Salud Indígena es responsable de coordinar y aplicar la Política Nacional de Atención de Salud para los Pueblos Indígenas. Su misión es implementar un modelo de atención descentralizada dentro de los 34 Distritos Especiales de Salud Indígenas.
Indígenas de São Miguel do Iguaçu, Santa Helena e Diamante do Oeste, no Paraná, uniram-se para protestar contra a municipalização da saúde. Um documento contra a municipalização foi protocolado pelas lideranças na DPU de Foz do Iguaçu. Fotos pelo cacique Celso Japoty. pic.twitter.com/sGRQo3XMQK
— Cimi (@ciminacional) March 26, 2019
En una declaración oficial, el Ministerio de Salud dijo que "cualquier cambio en el servicio de salud para los pueblos indígenas todavía se está analizando y discutiendo". Sin embargo, las comunidades indígenas han expresado su descontento con la forma en que se están tomando las decisiones.
"El gobierno está tratando de afectar a los pueblos indígenas porque no fuimos llamados al diálogo. No respetan la estructura de nuestras organizaciones", agregó el líder guaraní.
Esta nueva propuesta continúa con el camino de las políticas anti-indígenas que Brasil está emprendiendo como parte de su actual gobierno neoliberal y de extrema derecha.