En la pared de una vivienda, en la colonia San Miguel, en Tegucigalpa, Honduras “se mira la nariz, los ojos, la barba y la cara de Jesús
La afirmación la realizó el niño Yeremy Vásquez de 7 años de edad. Movido por su inocencia y curiosidad, el infante llegó hasta la casa para contemplar la imagen, como lo han hecho más vecinos de la zona. Algunos han catalogado la imagen como un “milagro divino”, pero otros comentan que se trata de una figura casual, formada por el deterioro de la madera. Curiosos y creyentes se acercan para descubrir si, en efecto, el rostro de Jesucristo está plasmado sobre las tablas que forman la pared de la casa. “Yo escuché y le dije a mi papá que viniéramos, que yo quería verlo, y ese es el rostro de Jesús, Dios existe, esa es una prueba, y al verlo se me aceleró el corazón”, contó Yeremy. Algunos pobladores dicen sentirse bendecidos, porque la figura podría simbolizar el inicio de cosas positivas para esta colonia y sobre todo una señal para que la juventud busque a Dios. El rumor del supuesto mensaje celestial ha llamado la atención de los adultos, pero quienes tienen mayor facilidad para ver la imagen son los niños, que pueden hasta describir algunos colores y rasgos del rostro. Emocionados, los vecinos han realizado oraciones de adoración y agradecimiento a Dios. Tras dos días del descubrimiento, habitantes de los alrededores siguen visitando el lugar con devoción y fe, para hacer sus oraciones y otros para saciar su curiosidad. Pobladores de la San Miguel piden que autoridades de la Iglesia Católica visiten el lugar, para que puedan constatar lo que se ve en la pared de madera. ¿Señal divina?
Peregrinación
