Tras el rotundo fracaso de la iniciativa de ley orientada a implementar la figura de la castración química a los violadores en Honduras, la propulsora del proyecto la diputada Waleska Zelaya, lamentó que la propuesta haya pasado dos veces en vano por el hemiciclo legislativo.
"Es lamentable el rechazo a la iniciativa, solo nos quejamos a través de las redes sociales o llamando por teléfono a los medios de comunicación y no tomamos acciones", dijo Zelaya, quien agregó que en otras partes del mundo el delito de violación se condena con pena de muerte.
Frente a la negativa, la diputada anunció que preparará nuevamente el proyecto ya no como una castración química sino para que se considere la pena de muerte para los agresores sexuales y asesinos.
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Solicitó a los congresistas y sobre todo a sus compañeros de fórmula ser sensibles ante la pandemia existen en contra de los menores de edad y dar un espacio de análisis a su propuesta.
La Fiscalía de la Niñez del Ministerio Público, señala que hasta el momento ha obtenido 32 sentencias condenatorias por el delito de abuso sexual en perjuicio de menores.
En Honduras la castración química se impide por los convenios internacionales que el país centroamericano ha firmado.
La castración química es un método para prevenir la fertilidad en los violadores mediante una inyección que debe aplicarse cada tres meses en personas que ya han sido condenadas.
