Amenazas provenientes de grupos ilegales obligaron al sacerdote Raúl Mejía Valencia, de la parroquia de San Antonio de Padua, de Armenia Mantequilla en Colombia, a salir de este municipio ubicado en la región Occidente del departamento.
Así lo denunció la Diócesis de Caldas a través de un comunicado de prensa, en el que explicaron que las intimidaciones fueron corroboradas por las autoridades competentes y que, con el ánimo de preservar la vida del sacerdote, fue necesario disponer su salida inmediata de la población.
En el comunicado firmado por Carlos Manuel Arenas Henao, canciller de la Diócesis de Caldas, y César A. Balbín Tamayo, obispo de Caldas, la institución condenó las amenazas contra la vida, la integridad y los bienes, no solo del párroco Mejía, “sino de todos los habitantes del occidente cercano del Antioquia, que sufren tan lamentable flagelo”. Agregaron que, en ese sentido, la comunidad estará desprovista de su pastor hasta que cambien las condiciones y se pueda proveer el oficio vacante.
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También llamaron la atención a las autoridades municipales, departamentales y nacionales, para que hicieran presencia efectiva en esta región y en el resto del departamento.
RECHAZO ABSOLUTO
A las amenazas recibidas por el señor Parroco Mpio ARMENIA MANTEQUILLA Raúl Mejia Valencia, obligando avalado por Diocesis CALDAS su salida inmediata de la población.
Autoridades deben investigar ampliamente los hechos y arrojar prontos Resultados
Lun 18 Marz pic.twitter.com/JUOJNKNM6U
— German Blanco A (@GermanBlancoA) March 19, 2019
Invitaron a todos a una profunda reflexión, de manera especial en estos días de preparación para la Semana Mayor, porque cuando se abandona la Ley de Dios, la ley de amor, acaba triunfando la ley del más fuerte sobre el más débil, para que sean el respeto, el dialogo y el acercamiento, los que marquen las pautas del diario vivir.
A su vez, orientaron a todos, niños, jóvenes y adultos, a hacer una clara opción por la vida y el respeto al otro como imagen de Dios, incluso a pesar de las diferencias.
“Que en la esperanza de que acontecimientos tan lamentables, nunca se vuelvan a suceder en nuestro territorio diocesano”, concluye el comunicado.