Gil Pereg, el asesino de su madre y su tía, escribe el nombre de sus mascotas en las paredes de su celda del Penal San Felipe (Argentina), con sus propios excrementos.
Las víctimas son dos hermanas israelíes identificadas como Pyrhia Saroussy Pereg y Lily Saroussy Pereg.
El ex militar que hizo la denuncia por la desaparición de las mujeres y que clamó ante los medios para que las encontraran con vida, pide desde el momento de su detención que le permitan compartir su encierro con sus "hijos", tal y como llama a sus más de 35 gatos.
Autoridades rechazaron, por lo que Pereg comenzó a comportarse como un gato y a utilizar sus excrementos a modo de tinta para escribir en las paredes.
- Te puede interesar: Médico eyaculó sobre paciente mientras le revisaba la vagina
Pereg fue detenido desde el 26 de enero pasado, permanece aislado y con el correr de los días su conducta fue empeorando. En efecto, se niega a utilizar el inodoro, por lo que hace sus necesidades en el piso.
Tampoco accede a limpiar sus desechos de manera que es el resto de los internos quienes se encargan de hacerlo. Ahora, el escatológico cuadro suma un condimento más: en tanto termina de hacer sus necesidades, toma sus excrementos con la mano y escribe los nombres de sus gatos sobre las paredes.
Los oficiales incluso, aseguran que cuando deben trasladarlo hacia algún lugar, Pereg se comporta como un gato: no habla, maulla e intenta arañarlos. Esto ocurre casi a diario, cuando deben sacarlo de su celda para que otros reclusos limpien el lugar. Ahora, además, deben utilizar hidrolavadoras para limpiar el excremento de las paredes.
A pesar de lo llamativo de sus conductas, la justicia aún no determinó a través de pericias si el israelí es imputable o no. Es decir, si comprende la criminalidad de sus actos.