El pasado jueves cuatro hombres encapuchados y con armas, hicieron descender del camión en que viajaban a un grupo no precisado de entre 19 y 22 hombres y mujeres.
La unidad fue interceptada por tres camionetas a las 13.00 (hora local) en el kilómetro 79 de la carretera San Fernando-Reynosa, en el estado de Tamaulipas, México, según ha reportado el conductor de la unidad.
Aunque la investigación sigue en curso, las primeras pesquisas apuntan a que las víctimas privadas de su libertad son migrantes que intentaban llegar a la frontera con Estados Unidos.
El autobús de la línea Transpaís salió de la terminal de Tampico la madrugada de ese jueves con más de 40 pasajeros. El conductor de la unidad declaró ante las autoridades que fueron interceptados por un grupo de hombres armados en un paraje a la altura de Palo Blanco.
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Los atacantes, añadió el chofer, revisaron a todos las personas a bordo y seleccionaron a los pasajeros que se llevarían. A más de 96 horas de su desaparición la identidad de las víctimas es una interrogante. “No hay denuncias, no hay familiares que estén reclamando a estas personas, precisamente por eso hace suponer que se trata de un tema de migrantes” ha reconocido el vocero del gabinete de seguridad de Tamaulipas, Luis Alberto Rodríguez.
El conductor del autobús de pasajeros aseguró que los hombres encapuchados llevaban una lista con los nombres de las personas a las que hicieron descender del vehículo.
Esta situación, según el funcionario de seguridad pública federal es la que permite la hipótesis de que se trate de un asunto relacionado con el ingreso ilegal a Estados Unidos y no de un secuestro o de una organización criminal que reclute a civiles para obligarlos a ejercer actividades criminales.
