Las acusaciones lanzadas por EE.UU. y por la oposición venezolana contra las fuerzas de seguridad venezolanas, a las que atribuyeron la quema de un convoy de ayuda humanitaria el pasado 23 de febrero por orden el presidente Nicolás Maduro, tienen "un problema"; pues todo parece indicar que fueron los propios opositores los que incendiaron la carga accidentalmente, según pone al descubierto una investigación de The New York Times.
El prestigioso medio ha reconstruido el incidente a partir de imágenes inéditas a las que ha tenido acceso, así como de cintas previamente publicadas, incluidas las difundidas por el Gobierno colombiano, que culpó a Maduro del incendio.
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Su análisis sugiere que un cóctel Molotov lanzado por un manifestante antigubernamental habría desencadenado el incendio, recoge el medio RT
Concretamente, según la investigación del periódico, "una bomba casera hecha con una botella fue lanzada hacia la Policía, que estaba bloqueando un puente que conecta a Colombia y Venezuela". Sin embargo, el trapo usado para encender el cóctel Molotov "se separó de la botella y voló hacia el camión", que medio minuto después ya estaba en llamas.
Por otro lado, mientras los críticos de Maduro lo acusan de ordenar prender fuego a un conjunto de medicamentos durante los enfrentamientos, la afirmación sobre el envío de fármacos también parece carecer de fundamento, indica The New York Times.
En este sentido, el medio afirma que la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional —el principal proveedor de ayuda con destino al país caribeño— no incluyó la medicina entre sus donaciones. Además, una alta fuente de la oposición declaró al diario que el envío quemado contenía suministros médicos como mascarillas y guantes, pero no medicamentos.
El periódico apunta que en el video del suceso distribuido por el Gobierno colombiano faltan 13 minutos antes de que comience el incendio, y que las autoridades de ese país se habrían negado a publicar la grabación completa pese a sus repetidas solicitudes.