La autoridades de la Iglesia Católica en Costa Rica, se refirieron la tarde de este jueves a los allanamientos que realizó la Fiscalía en la Curia Metropolitana y en el Tribunal Eclesiástico de la Conferencia Episcopal.
Los allanamientos fueron ejecutados por las denuncias penales por supuestos abusos sexuales que pesan contra los sacerdotes Mauricio Víquez y el cura Manuel Guevara.
En un documento leído a la prensa, los obispos aseguran que no han pagado por el silencio de los denunciantes en ninguno de los casos investigados.
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El comunicado afirma que los líderes de la Iglesia Católica están preocupados por la filtración a los medios de la información contenida en los documentos secuestrados por la Fiscalía y sostienen que está siendo sacada de contexto, “dando pie a especulaciones y poniendo en peligro el honor de las personas cuyos nombres pudiesen aparecer en los documentos”.
“Censuramos y rechazamos, vehementemente, el compromiso de las autoridades judiciales en la ejecución de la orden de allanamiento, el cual calificamos de excesivo en cuanto a la exhibición de fuerza e intimidación a los colaboradores de la Conferencia Episcopal, mismos que en todo momento se mostraron dispuestos a colaborar con las autoridades”, agrega el comunicado.
Los obispos aseguran que los 20 agentes que llegaron a la Conferencia lo hicieron armados, con pasamontañas y equipos para derribar puertas, encerraron en un salón a todos los colaboradores del lugar y les impidieron rezar el rosario pues pusieron música a alto volumen.