Una venganza de un peón al que habrían separado a la fuerza de un jovencita de 13 años con la que tenía una relación impropia, habría motivado el crimen múltiple de cuatro hombres en Cutris de San Carlos.
El Organismo de Investigación Judicial informó este domingo que el conflicto habría empezado en Nicaragua hace unos meses y ya tienen identificado a un sospechoso de apellidos Pérez González.
El salvaje habría llegado a la finca Los Parientes para desquitarse con Jesús Álvarez Pérez, de 49 años, papá de la adolescente, ya que Álvarez se la trajo para Costa Rica para acabar de una vez por todas con la relación.
Eso enojó tanto al sospechoso que hasta habría hecho amenazas en las que aseguraba que a más tardar en abril estaría de nuevo con la muchacha.
Según lo que han investigación las autoridades, presuntamente Pérez llegó al país el martes pasado en una lancha. El miércoles viajó a la finca, la cual se localiza a unos cinco kilómetros de la frontera con Nicaragua y ese mismo día en la mañana se enfrentó con Jesús y lo mató.
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En la propiedad estaban también Daniel Álvarez Ramos, de 24 años (hijo de Jesús) y Freddy Ramos Sequeira, de 19 años, (sobrino de Jesús). Ese día también estaba en la finca el tico Roberto Méndez Koschny, de 57 años, quien es líder comunal y se dedica a contratar peones para las fincas de la zona; a ellos tres también los asesinó.
Hasta el momento nadie sabe donde está la joven de 13 años.
Cuando los agentes judiciales llegaron a analizar la escena y hacer los levantamientos de los cuerpos, vieron que Jesús y el hijo tenían balazos, los cuerpos de ellos estaban juntos.
A unos seis metros estaba el de Freddy, él tenía puñaladas; todos estaban en ropa interior, lo que hace creer que estaban dormidos cuando los sorprendieron.
El cuerpo de Roberto fue hallado dentro de una quebrada, a unos 600 metros de la casa de la finca, él no tenía heridas visibles, por lo que será la autopsia la que permita definir como murió.El presunto homicida era conocido en la zona, ya que al igual que los tres peones viajaba con frecuencia a Costa Rica para trabajar.
Los agentes judiciales hablaron con algunos lugareños para tratar de dar con su paradero, pero ellos dijeron que el jueves se devolvió a su país natal en una lancha.
Para ese momento nadie sospechó nada, ya que la masacre fue descubierta hasta el viernes, a eso del mediodía, cuando unos vecinos preocupados porque tenían dos días de no ver a Roberto Méndez, llegaron a la finca y encontraron los cuatro cadáveres.
Ahora la policía tica informará a los oficiales del vecino país sobre la situación para que ellos ayuden a arrestar al hombre que habría matado a los tres nicaragüenses y al tico, para lograr que se haga justicia.
Los familiares de los extranjeros asesinados aseguran que están pasando una terrible situación, ya que además del dolor que sienten por los homicidios, no tienen los recursos para repatriar los cuerpos y poder darles sepultura en su natal Nicaragua.
