El padre y su hijo no fueron las únicas víctimas de un crimen múltiple. Otro peón pinolero y el costarricense que cuidaba la finca también murieron de varios disparos.
Lo último que un peón nicaragüense y su hijo de 17 años pudieron hacer antes de ser asesinados a balazos dentro de la finca en la que trabajaban fue darse un fuerte abrazo.
Este homicidio múltiple fue descubierto por las autoridades la tarde de este viernes dentro de una finca conocida como Los Parientes, ubicada La Palma, en El Recreo de Cutris de San Carlos.
“La Fuerza Pública recibió una alerta sobre unos cuerpos encontrados, los oficiales fueron a inspeccionar la finca y en efecto encontraron a cuatro personas sin vida”, indicó Jaime Sibaja, vocero del Ministerio de Seguridad Pública.
Las autoridades indicaron que las identidades de los fallecidos aún no habían sido confirmadas del todo, pero por parte de los vecinos se dio a conocer que el cuidador de la finca era un hombre de apellido Méndez de 57 años.
“Nos desplazaron para un posible homicidio de dos personas, pero cuando llegamos a la escena encontramos cuatro personas fallecidas, a lo que se podía ver era por impactos de bala”, dijo Kendall Araya, cruzrojista de Pocosol.
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Algunos vecinos también indicaron que el nicaragüense que murió junto su hijo aparentemente se llamaba Julio y tenía unos 50 añosChele”.
Uno de los vecinos que encontró los cuerpos, y quien no quiso dar a conocer su nombre, contó que él y otras personas decidieron ingresar a la finca debido a que no sabían nada de Méndez desde el miércoles.
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Eso les parecía extraño pues el hombre pasaba todos los días a saludarlos.
Cuando entraron al terreno vieron que a unos cuatro metros de la casa en la que vivían los peones había un puño de hojas y zacate. Eso les llamó mucho la atención, fueron a revisar y debajo encontraron los cuerpos de Julio y de su hijo abrazados.
El hombre solo estaba vestido con un pantalón y el menor solo llevaba puesto el calzoncillo.
A dos metros, específicamente debajo de un árbol, hallaron el cuerpo de “Chele”, quien estaba boca arriba y solo llevaba puesta su ropa interior. El cadáver no estaba tan oculto como los otros.
En cuanto al cuerpo de Méndez, el vecino explicó que lo encontraron en una quebrada que está a más de 300 metros de la casa. Según contó el hombre, el cuidador era él único que sí estaba vestido por completo.
Esta versión dada por el hombre también fue confirmada por Kendall Araya, de la Cruz Roja de Pocosol, quien dijo que en los cadáveres alcanzaron a ver varias heridas en apariencia provocadas por balazos.
Sangriento ataque
El vecino contó que a pocos metros de la casa también vieron dos colchonetas completamente ensangrentadas.
Según el hombre, esta escena les hizo pensar que los peones fueron atacados mientras estaban durmiendo, lo que también explicaría porque algunos no llevaban puesta toda su ropa.
En cuanto a Méndez, el hombre dijo que este no vivía en esa finca, nada más la cuidaba de día. Se sospecha que lo asesinaron por haber llegado al terreno en el momento menos adecuado.
El OIJ y la Fuerza Pública no brindaron mayores detalles sobre el caso. Indicaron que apenas estaban trabajando en la recolección de evidencias.
Sin embargo, ha trascendido una versión extraoficial que señala que el ataque habría sido dirigido hacia Julio, quien al parecer se trajo de Nicaragua a sus dos hijos, el muchacho asesinado con él y una joven de la que no se sabe nada de momento. Esta versión también es investigada por las autoridades.