Tras cumplirse un mes de la ruptura de un dique minero de la empresa Vale en la ciudad de Brumadinho, al sureste de Brasil, las cifras de víctimas ha aumentado a 186 personas fallecidas y 122 desaparecidas.
Según la Fundación Oswaldo Cruz, existe el riesgo de brotes de fiebre amarilla y dengue, entre otras enfermedades.
Sin embargo, el Tribunal de Justicia de Brasil ordenó la libertad de las cinco personas que habían sido implicadas en el hecho, quienes fueron detenidas preventivamente el pasado 29 de enero para las labores de investigación en torno al dique de residuos mineros de la empresa Vale S.A.
Los dos ingenieros externos y los tres operarios de la empresa minera fueron acusados de falsificación de documentos ambientales y presunto asesinato.
La justicia brasileña bloqueó cuentas bancarias de la empresa minera por el valor de 6.000 millones de reales (unos 1.621 millones de dólares) para resarcir a las familias de las víctimas.
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En tanto, la minera dispuso la evacuación de unas 200 personas que viven cerca de uno de sus diques mineros en Minas Gerais (sudeste).
"La decisión es una medida preventiva y ocurre después de la revisión de los datos de los informes de análisis elaborados por empresas especializadas contratadas para asesorar a Vale", informó en un comunicado la compañía.
Por su parte, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), aplicó a la minera una multa de 250 millones de reales (alrededor de 66.5 millones de dólares) por el desastre, confirmó el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.
La tragedia desató críticas y denuncias de distintas organizaciones ambientalistas, líderes políticos y expertos en gestión de riesgos, que señalan lo ocurrido como un crimen por negligencia de la empresa Vale, la mayor productora mundial de hierro.