Iglesia de Bolivia presentará guía que evite futuros abusos

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La Paz, 20 feb (EFE).- Una guía reflexiva que adjunta un protocolo especial sobre el comportamiento de sacerdotes será el principal aporte de los obispos Bolivia en la cumbre de prelados convocada por el papa Francisco, que se celebrará entre este jueves y el domingo para abordar casos de pederastia en el seno de la Iglesia.

El documento llamado Líneas Guía, fundamentalmente dirigido a sacerdotes, busca establecer orientaciones sobre los "tipos de comportamientos", explicó en una entrevista con Efe el secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Bolivia, José Fuentes.

El sacerdote señaló que el texto para esta cumbre en el Vaticano establece también un "protocolo de actuación" que considera la recepción de denuncias, la conformación de una comisión eclesial específica y que fijen las atribuciones de los obispos ante estas situaciones, entre otros aspectos.

"Como Iglesia creo estamos actuando de una forma muy clara, con bastante claridad, (con) esta tolerancia cero", afirmó.

Fuentes mencionó que el texto se elaboró en una reciente reunión de obispos bolivianos y que aunque no está todavía aprobado, fue consensuado y será el aporte que presentará estos días en el Vaticano el presidente del episcopado boliviano, Ricardo Centellas.

Consultado sobre las expectativas de la cumbre de obispos, el sacerdote explicó que se espera que emerja "una forma común de actuar" ante los sucesos de abusos sexuales a menores, para que las acciones o procedimientos no varíen según los actores.

José Fuentes consideró que los casos que se reportaron a nivel mundial tuvieron el defecto de tratarse "desde el punto de vista moral", creyendo que se conseguiría una reacción positiva del sacerdote implicado al, por ejemplo, cambiarlo de destino pastoral.

El funcionario episcopal destacó que la cantidad de casos que se han producido en Bolivia han sido menores en cuanto a número y repercusión mediática, pero que de igual manera han generado sorpresa, confusión y vergüenza.

En Bolivia pertenecen al periodo de 2007 a 2018, de acuerdo a reportes de medios locales, y son casi una decena, de los que algunos han concluido en un proceso penal.

En 2007, el sacerdote uruguayo Juan José S.T. huyó de Bolivia tras ser acusado de abusar sexualmente de 30 menores en un internado de la población de Tapacarí.

Ese mismo año, el cura Eduardo R. fue sentenciado a 15 años por abusar de 12 menores en un internado rural de la región de Chuquisaca, pero una vez en la cárcel se suicidó.

En 2009, el sacerdote José M. fue sentenciado a 22 años de presidio por abusar de 17 menores en un internado de Cochabamba, aunque fuentes consultadas por Efe aseguraron que el cura tenía antecedentes de violación desde la década de 1990 cuando trabajaba en otra región del país.

La prensa boliviana también reportó otro caso en Santa Cruz, en 2018, donde la víctima fue un menor de 12 años, mientras que la identidad del agresor se mantuvo reservada.

En enero de este año salió a la luz la situación del jesuita español Luis T., que fue transferido a Bolivia en la década de 1990 pese a estar sentenciado en su país por abusos a menores.

Consultado sobre los detalles de estos u otros caos, Fuentes mencionó escuetamente que "son temas que se investigan en cada jurisdicción" y que la secretaría del episcopado no lleva un listado.

Ante la posibilidad de que existan casos que no han salido a la luz, consideró que una investigación retroactiva "es necesaria" y enfatizó que todo supuesto abuso sexual de un menor por parte de un sacerdote o religioso "tiene que ser denunciado".

Finalmente, Fuentes no precisó si el presidente del episcopado boliviano sostuvo algún encuentro con víctimas de casos de abuso en Bolivia, que debían ser parte de las reuniones preparatorias de la cumbre de obispos que desde la Santa Sede se sugirió que se realicen.