México, 19 feb (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, deseó este martes la pronta creación de la Guardia Nacional y acusó a la oposición, que rechaza este organismo, de "desatar la violencia" y convertir el país en "un cementerio".
"Ahora resulta que los que usaron solo como recurso el uso de la fuerza en tiempos pasados y desataron la violencia, convirtiendo el país en un cementerio, ahora dicen que son defensores de derechos humanos", señaló el mandatario en su conferencia de prensa matutina.
Desde el Palacio Nacional, López Obrador criticó que la oposición, especialmente el conservador Partido Acción Nacional (PAN), acuse al nuevo Ejecutivo de buscar "la militarización del país".
"No es esto, lo que se está proponiendo es que haya seguridad pública", remarcó.
El Senado mexicano aprobó este lunes en comisiones, sin la participación opositora, el dictamen de la Guardia Nacional bajo control militar, que será llevada al pleno para su votación en las próximas sesiones.
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Sobre la creación de este organismo conformado por militares, marines y policías federales, el presidente lamentó la "actitud de rechazo" de parte del PAN, en bloque, y de algunos dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El PAN estuvo en la Presidencia de México de 2000 a 2012, con Vicente Fox y Felipe Calderón, y el PRI de 2012 a 2018 con Enrique Peña Nieto.
Fue Felipe Calderón quien sacó a los militares en las calles, una estrategia conocida como la guerra contra el narcotráfico, que según analistas y organismos detonó la ola de violencia en el país.
"Tenemos un problema de inseguridad y violencia que creció porque los Gobiernos anteriores no combatieron la pobreza y tampoco se preocuparon por combatir la inseguridad pública", apuntaló el mandatario.
Puntualizó que, a diferencia de los dirigentes federales, muchos gobernadores del PRI apoyan la Guardia Nacional.
La Guardia Nacional, que requiere una reforma constitucional para su creación, ha sido muy criticada por organizaciones nacionales e internacionales, como ONU-Derechos Humanos, al considerar que perpetúa la militarización de la seguridad pública en México.
Al hablar de la explosión durante robo de combustible en Tlahuelilpan, en el céntrico estado de Hidalgo, dijo no tener conocimiento de fallas en la investigación.
"Se atendió todo este asunto doloroso. Ya se conocen las causas que originaron este grave daño. Pero no hubo una investigación al interior, particular, sobre acusaciones de negligencia", indicó.
En las últimas horas, un mes después de la tragedia, el número de muertos ascendió a 131 tras el fallecimiento de un herido hospitalizado.
López Obrador reiteró una vez más que tiene pruebas sobre el supuesto conflicto de interés en organismos autónomos como la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Aunque aceptó una audiencia con el titular de la CRE, Guillermo García Alcocer, en el punto de mira por la vinculación de familiares de su esposa en el sector energético.
El Gobierno de México ofreció este lunes estudiar una vía de rescate de los cuerpos de 63 de los 65 mineros muertos por la explosión de la mina de carbón Pasta de Conchos del 19 de febrero del 2006 en el estado norteño de Coahuila.
Sobre este tema, López Obrador instó a que, en una decisión "voluntaria y concertada", la empresa minera explorara la mina para poder sacar los restos de quienes quedaron atrapados.
"Esto ayudaría mucho en la reconciliación entre las partes, en el marco de la reconciliación nacional", apuntó.
Asimismo, se anunció la terna de tres candidatas para encabezar el Instituto Nacional de las Mujeres.
Se trata de la académica y exdiputada federal Candelaria Ochoa, la abogada Patricia Olamendi y la médica y defensora de los derechos reproductivos Nadine Gasman.