Cuba desarrollará una versión digital de su sistema "Yo sí puedo", creado en 2001 y que se ha empleado para alfabetizar a más de 10 millones de personas de 32 países, especialmente en América Latina y África.
La digitalización del programa, anunciada este viernes durante la clausura del congreso Pedagogía 2019, abre nuevas posibilidades, a partir de un desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) que se ajusta al universo tecnológico de cada uno de los países, según explicaron los promotores.
Con esta iniciativa se pretende enseñar a leer y escribir a más de 700 millones de personas analfabetas en el mundo como parte de los 17 objetivos de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible que aprobó la ONU en 2015, explicó el investigador del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas de Cuba (ICCP), Jorge Tamayo.
El especialista precisó que con el perfeccionamiento del programa "Yo sí puedo" no se sustituye el papel del educador con las nuevas tecnologías, sino que las "potencialidades" de estas sirven de apoyo para el desarrollo del proceso educativo, según cita la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Recordó que existe una agenda que precisa de la integración regional para poder responder al objetivo de garantizar una educación "inclusiva, equitativa y de calidad" que promueva oportunidades de aprendizaje para todas las personas.
El método "Yo sí puedo", creado por la fallecida pedagoga cubana Leonela Relys Díaz, ha alfabetizado a más de 10 millones de personas de 32 países, según refirió la investigadora Nora Issac.
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Entre las naciones donde ha sido aplicado figuran Haití, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Guinea Bissau, Colombia, Mozambique y Angola.
Isaac especificó que aunque se procederá al uso de los móviles y tabletas electrónicas para la enseñanza, se mantienen la cartilla y el manual del alfabetizador.
Asimismo citó como ventajas de la digitalización del sistema la existencia de un menú interactivo, la flexibilización del proceso de aprendizaje, la adaptación a las necesidades de los estudiantes en su contexto y un mayor control estadístico de los alfabetizados.
La actual iniciativa incluye unas 46 clases en los idiomas español, inglés, francés y portugués, que se acompañan de sistemas de ejercicios y contenidos de la agenda 2030.
El programa adaptado a las nuevas tecnologías se basa en el uso de símbolos y tiene carácter intuitivo, dado que está dirigido a personas que no saben leer y que no son nativos digitales.
En el proyecto para actualizar el método educativo participan especialistas del Ministerio cubano de Educación, las Empresas de Informática y Medios Audiovisuales (Cinesoft) y de Intercambio Científico Educacional (ICE).