Sao Paulo, 6 feb (EFE).- La tragedia causada por el colapso de una represa minera en Brumadinho, en el sudeste de Brasil, el último día 25 deja ya 150 muertos y 182 desaparecidos, según el último balance divulgado este miércoles por la Defensa Civil.
El portavoz de la institución, el teniente-coronel Flavio Godinho, afirmó en una rueda de prensa que, de los 150 fallecidos, 134 ya fueron identificados y 124 han sido entregados a los familiares.
Más de 400 personas, entre bomberos, militares y voluntarios, prosiguen este miércoles con los trabajos de búsqueda y rescate y cuentan con unas 25 máquinas de grande porte para auxiliar en las labores de excavación, según explicó el vocero del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais, teniente Pedro Aihara.
Las operaciones están distribuidas en 40 puntos y se centran en las áreas de la portería, del aparcamiento, de la estación de tratamientos de minerales y de la locomotora del gigante minero Vale, dueño de la presa que se rompió.
Asimismo, Aihara expresó que dos embarcaciones acuáticas realizan búsquedas en el Río Paraopeba y perros rastreadores recorren las zonas de los bosques, aunque la posibilidad de encontrar supervivientes sea "mínima".
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El teniente indicó además que mañana jueves será realizada una reunión en la que se definirán "cambios técnicos" en las actividades de los próximos días.
Asimismo, el vocero reafirmó que no hay previsión para la suspensión de las búsquedas y que las labores se extenderán hasta que los cuerpos no puedan más ser rescatados.
Construida en 1976, la represa del Corrego do Feijao tenía una capacidad de almacenamiento para unos 13 millones de metros cúbicos de residuos ferrosos y agua.
El colapso de sus diques de contención provocaron un alud de lodo y residuos que sepultaron las instalaciones de la propia compañía y cientos de casas, granjas, posadas y carreteras en pocos minutos.
Tras el desastre, que se produjo tres años después de uno similar ocurrido en la ciudad de Mariana, también en el estado de Minas Gerais, la minera anunció la semana pasada que destruirá todas las represas que poseen sistemas de contención similares a los de la mina que colapsó.
En el terreno judicial, la Justicia brasileña ordenó este martes dejar en libertad, de manera cautelar, a las cinco personas que habían sido arrestadas el último día 29 acusadas de haber adulterado documentos sobre la seguridad de la presa que se rompió, después de que considerara que "no hay fundamentos idóneos para las prisiones".