Santo Domingo, 1 feb (EFE).- El Instituto de Sismología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) "vigila" con "mayor empeño" este viernes la actividad sísmica del país caribeño debido a que en las últimas horas se han producido 17 sismos de entre 3,7 y 2,6 grados de magnitud, principalmente en la región noreste.
"En las últimas horas, en la zona noreste, ha ocurrido una serie de pequeños temblores", explicó a Efe el director de Sismología, Ramón Delanoy, quien agregó que "por lo general" esto "puede ser premonitorio de uno mayor, aunque no necesariamente".
El último de ellos se registró este viernes a las 7.08 hora local (11.08 GMT) y tuvo una magnitud de 2,9 grados, con una profundidad de 73,6 kilómetros y con epicentro a 10,8 kilómetros del municipio de Cevicos, en la provincia Sánchez Ramírez (noreste), de acuerdo con los datos del Instituto de Sismología de UASD.
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El primero de estos eventos, de magnitud de 3,0 en la escala abierta de Richter, tuvo lugar este jueves a las 00.37 hora local (04.37 GMT) con una profundidad de 107,9 kilómetros y su epicentro fue localizado a 9,3 kilómetros del municipio de Maimón, en la provincia Monseñor Nouel (norte).
Entre uno y el otro ocurrieron 15 sismos más, dos de ellos de 3,7 grados de magnitud, según los datos del centro.
Ante esta situación, Delanoy explicó que se ha reforzado la vigilancia de la actividad sísmica que, según dijo, "no necesariamente está ligado a algo extraordinario", ya que la República Dominicana "se encuentra en una zona altamente sísmica".
El pasado 23 de septiembre un sismo de magnitud 5,1 con epicentro a 12,9 kilómetros de Villa Vásquez, en Montecristi (noroeste), y que se sintió en el norte y el noreste dominicano, causó daños a un hospital y a diez escuelas de la zona.
Expertos y el propio Instituto de Sismología han advertido de que el país corre el riesgo de sufrir un terremoto de gran magnitud, igual o mayor al de 7 grados ocurrido en 2010 en Haití, que comparte con la República Dominicana la isla La Española, y que dejó más de 300.000 muertos y 1,5 millones de damnificados.