Sao Paulo, 24 ene (EFE).- Al menos seis personas murieron este jueves y varias resultaron heridas en un tiroteo en el interior del estado brasileño de Ceará (noreste), azotado por una grave ola de vandalismo que dura ya más de 20 días, informaron fuentes oficiales.
El incidente ocurrió en la ciudad de Palmácia, a unos 75 kilómetros de Fortaleza, la capital regional, cuando un grupo de presuntos atracadores fue sorprendido por agentes de la Policía Militarizada, señalaron fuentes de la corporación.
Fue entonces cuando comenzó un tiroteo que resultó en la muerte de seis asaltantes, quienes, según la versión oficial, cometían atracos en Palmácia.
De acuerdo con el portal G1, hubo además cuatro heridos, dos de ellos policías, si bien se desconoce hasta el momento su estado de salud.
El suceso se produce en medio de la intensa ola de violencia que sufre Ceará desde que comenzó el año y que ha obligado al Gobierno de Jair Bolsonaro, en el poder desde el 1 de enero, a enviar unos 500 agentes de la Fuerza Nacional de Seguridad a la región.
También mandó un refuerzo de la Policía Federal de Carreteras, mientras que el Gobierno de Ceará convocó, por su parte, a unos 1.200 policías militarizados de la reserva para reforzar la seguridad.
- Te puede interesar: Hijos de 'El Chapo' habrían matado al periodista mexicano Javier Valdez, dice testigo
Sin embargo, los ataques, en su mayoría incendiarios contra vehículos, edificios públicos, viaductos y agencias bancarias, continúan. Hasta el momento, el número de detenidos vinculados a estos actos vandálicos asciende a 404, según datos oficiales.
Asimismo, presos considerados "peligrosos" y acusados de liderar organizaciones criminales han sido trasladados a cárceles de máxima seguridad administradas por el Gobierno central.
Las autoridades sospechan que los atentados fueron ordenados desde el interior de las cárceles de Ceará, cuyo sistema penitenciario está controlado por el crimen organizado, como ocurre en otras zonas del país.
De acuerdo con las investigaciones, los ataques comenzaron poco después de que el Gobierno de Ceará anunció medidas que pretenden endurecer los controles en los presidios y perseguir las actividades ilegales que coordinan los jefes de esas bandas desde el interior de las prisiones.
Bolsonaro, líder de la extrema derecha en Brasil y quien ha prometido "mano dura" contra la violencia, ha defendido que los actos vandálicos como los que están ocurriendo en Ceará sean tipificados como "terroristas".
