Brasilia, 2 ene (PL) Todo gobierno sin proyecto necesita un enemigo a ser combatido y nosotros somos hoy el de Jair Bolsonaro, pero no tenemos miedo y vamos a enfrentarlo, afirmó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Gleisi Hoffmann.
La sentencia de Hoffmann emergió luego que Bolsonaro afirmara la víspera que con su investidura como presidente, Brasil comienza a liberarse del socialismo.
Al respecto, la senadora ironiza sobre la retórica del nuevo mandatario que se estrenó en el poder sin mostrar lo que hará con el país.
Según Hoffmann, Brasil tiene 15 millones de personas en la miseria y no universalizamos ni la educación básica y pregunta: '¿Dónde está el socialismo?', del cual el excapitán del Ejercito quiere liberarse.
La presidenta del PT se reunirá el 14 de enero con líderes de la organización política, la cúpula de la Fundación Perseo Abramo y del Instituto Lula para comenzar a discutir la línea de actuación ante el ascenso de Bolsonaro.
Para Bolsonaro Fome e Pobreza têm prioridade zero. A palavra pobreza aparece uma única vez na MP e se resume ao Conselho Consultivo do Fundo de Combate a Pobreza. O Consea foi extinto. Pra um país que tem 15 mi de miseráveis e 55 mi de pobres isso é uma agressão, um deboche
— Gleisi Lula Hoffmann (@gleisi) January 2, 2019
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"Oposición es oposición", advirtió Hoffmann, quien, junto a otros parlamentarios de su partido, determinó no asistir a la toma de posesión de Bolsonaro, al alegar que esa asunción marca no solo el cambio de gobierno en el país, sino la instalación de un nuevo régimen.
"Este Ejecutivo, remarca, resulta caracterizado por la interferencia cada vez mayor de los militares en la vida política nacional, en alianza con la cúpula del sistema judicial brasileño (el Judiciario, el Ministerio Público y la Policía Federal)".
Cabe destacar que para el Partido de los Trabajadores, el país salió de la senda de la democracia y del Estado de Derecho.
Asimismo denunciaron el odio del actual presidente brasileño contra el Partido de los Trabajadores, los movimientos populares y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"Es expresión de un proyecto que, tomando de asalto a las instituciones, pretende imponer un Estado policial y desgarrar las conquistas históricas del pueblo brasileño", indicó Gleisi Hoffmann.