Guatemala: Canalla quema las piernas a su niña por negarse a ser violada

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La niña tiene seis años y cuando estaba siendo agredida en complicidad de su progenitora gritó a los vecinos pidiendo ayuda. El caso ha causado mucha indignación dentro y fuera de Guatemala.

La Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala informó que está dando seguimiento a un caso en el que se investiga si una mujer le quemó las piernas a su propia hija, de unos 6 años, por negarse a ser violada.

Los delegados de la institución en el departamento de Escuintla, donde tuvieron lugar los hechos, está dando seguimiento a las acciones realizadas por la Procuraduría General de la Nación y del Juzgado de la Niñez, que debe otorgar las medidas de protección correspondientes.

Según la información policial, Ángela Guadalupe B.V., de 30 años, le habría quemado las piernas a su propia hija por negarse a que un hombre la violara.

La pequeña, que sigue ingresada pero estable, gritó para pedir auxilio, alertando así a los vecinos, quienes rescataron a la niña, retuvieron a la madre y al supuesto agresor, Rómulo Lorenzo Gutiérrez, de 64 años.

De acuerdo con los datos facilitados por la Fiscalía a Acan-Efe, en 2017 se interpusieron 6,595 denuncias por delitos sexuales, es decir, unas 18 mujeres son violadas al día, casi una cada hora.

Los casos de abusos sexuales en ese país centroamericanos son muy constantes, pues en mayo de este año una niña de 13 años dio a luz trillizos tras haber sido víctima de violación.

Totonicapán, departamento al sur occidente guatemalteco, vive su compleja historia Francisca L. P. quien a sus 13 años ya experimentó el dolor de dar a luz a trillizos.

Su historia de tragedia comienza en su lugar de nacimiento en Momostenango. El año pasado un vendedor de dulces la violó y quedó embarazada.

Los medios locales que han difundido la historia cuentan que el violador no ha sido capturado.

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Su precaria condición de vida, junto a sus 7 hermanos, no le permitió recibir un control prenatal durante la gestación de sus trillizos, sobre todo en el cuerpo prematuro de una niña biológicamente no preparada aún para semejante tarea.

La hora del alumbramiento se presentó el 5 de mayo pasado. Ni siquiera fue llevada a un hospital y fue una comadrona del pueblo quien asistió su parto pero lo que vendría después sería aún más complicado.

Los neonatos pesaron 2 libras y dos de estos fueron trasladados de emergencia a un hospital de la zona, pero 25 días después murieron por su bajo peso y desnutrición, misma que padecen Francisca y el niño sobreviviente del triple parto.