LA PAZ (AP) — Luego de que dos linchamientos en menos de dos días consternaran a Bolivia, el gobierno del presidente Evo Morales pidió que se investiguen los hechos y se dé con los autores.
El ministro de Justicia, Héctor Arce, lamentó el jueves en su cuenta de Twitter que se haga justicia por mano propia “violando el más sagrado de los derechos como es el de la vida” y solicitó que los linchamientos sean “rápidamente investigados y los responsables sancionados drásticamente”.
Aunque aún se esperan los informes oficiales del Ministerio de Gobierno y la policía, autoridades locales informaron que el último linchamiento se registró la noche del miércoles en el pueblo de Uncía, unos 350 kilómetros al sur de Bolivia. Dos jóvenes de 19 y 16 años fueron encontrados en un automóvil robado y atrapados por una turba que los apedreó y los prendió fuego.
La fiscal Mónica Correa dijo a radio Erbol que la policía intentó resguardar la vida de los jóvenes pero la turba se salió de control.
El lunes por la noche un ciudadano brasileño y su acompañante estaban cobrando una deuda con un arma en la mano cuando los vecinos atraparon a uno de ellos y lo colgaron de un árbol en la plaza principal de San Julián, ubicada a 620 kilómetros al este de La Paz. El otro logró escapar.
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San Julián es una población de agricultores que carece de policía y autoridades judiciales desde hace más de un año. Los vecinos saquearon las oficinas policiales en mayo de 2017 y lincharon a otro individuo, informó el alcalde local Faustino Copa.
Guatemala y Bolivia son los países en Latinoamérica que registran mayor número de linchamientos, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas publicado en 2015.
En Bolivia los linchamientos ocurren en poblaciones rurales apartadas o en barriadas donde hay ausencia de policías y altos niveles de inseguridad.
