El biólogo costarricense, de 43 años, que estaba infectado por el virus de la rabia falleció en el Hospital San Juan de Dios. La información fue confirmada por el Ministerio de Salud.
Según dijo Daniel Salas Peraza, director de Vigilancia de la Salud, el hombre sufrió un fallo cardiorrespiratorio.
El biólogo estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos desde el pasado 21 de octubre.
Él buscó atención médica dos meses después de que tuvo contacto con murciélagos al entrar a una cueva de Copey de Dota durante un paseo que realizó con su familia el 15 de agosto.
Allí fue mordido por un murciélago en un brazo y en aquel momento solo se limpió la herida.
Durante varias semanas no tuvo ningún síntoma, pero estos se dieron después. Fue al médico al presentar dolor en la mano izquierda, adormecimiento en ambas manos, debilidad muscular, malestar general, trastornos de orientación y dificultad para tragar.
Desde el momento en el que se notificó el caso se procedió a la coordinación entre el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y ministerio de Salud para el procesamiento de las muestras, investigación de campo y vacunación de contactos.
El biólogo no había tenido ninguna avance en su recuperación. Su condición siempre se mantuvo como delicado.
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En el San Juan de Dios recurrieron al especialista mundial Rodney Willoughby y le aplicaron el protocolo Milwaukee, que consiste en sedarlo para proteger al cerebro del ataque del virus, pero no hubo mejoría.
El doctor Daniel Salas, director de Vigilancia Epidemiológica, confirmó a La Teja que era un caso de rabia humana aislado e hizo un llamado a la población a no acercarse o provocar a los animales silvestres y en caso de ser mordidos acudir inmediatamente al centro de salud más cercano.