Guadalajara (México)- Más de 3.600 migrantes centroamericanos llegaron a Guadalajara (oeste) en lo que consideran el punto intermedio en su camino hacia Estados Unidos y arropados por la ayuda humanitaria que los habitantes de Jalisco han donado.
De San Pedro Sula a Tijuana, frontera con Estados Unidos, existe una distancia de 4,350 kilómetros, mientras que de la ciudad hondureña a Guadalajara han recorrido 2.122 kilómetros, prácticamente la mitad de su camino.
Tras su paso por Irapuato en el estado de Guanajuato, vecino al de Jalisco, los migrantes se trasladaron en tractocamiones y autobuses hasta la entrada a la ciudad de Guadalajara donde fueron recibidos con agua y comida por parte de representantes de Protección Civil de la entidad.
Luego fueron trasladados al auditorio Benito Juárez que fue adaptado como albergue, con fuertes medidas de seguridad en los alrededores, y en donde se espera que pernocten al menos hasta el próximo miércoles.
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De acuerdo con Protección Civil 3.602 miembros de la caravana llegaron durante el día a la ciudad. El contingente más grande estuvo compuesto de unos 2.000 migrantes.
El hondureño Darwin Estevez recorrió en una silla de ruedas pasillos del auditorio luego de que la mañana de este lunes las llantas del tráiler en el que venía le aplastaron los dos pies en plena carretera, impidiéndole caminar.
Contó a Efe que tras dejar Irapuato intentó ayudar a un niño a subirse y resbaló hasta caer al asfalto. El accidente no mermó sus ganas de continuar este trayecto que inició en su natal Santa Rosa, en Honduras donde dejó a su esposa e hija.
"Primero Dios voy a continuar adelante. Solo tengo que tener un poquito más de cuidado. Por apoyar a un niño fue que me pasó esto pero voy a tratar de que todo me salga bien", dijo
El joven, de 28 años, sabe que llegar a Guadalajara significa la mitad del recorrido hacia Estados Unidos, a donde apuntan sus sueños, aunque asegura que se conforma con encontrar un empleo para comprar una casa.
"Lo que más quisiera es empleo sea en México o en Estados Unidos, si no se puede allá, aquí pero yo eso es lo que necesito tener empleo para tener mi casa", aseguró.
Al llegar al albergue los migrantes son llevados a la zona de dormitorios y luego ponen a su disposición ropa limpia, regaderas y una zona de atención médica atendidos por voluntarios y organizaciones civiles.