Impacta en la región centroamericana el nacimiento de una niña que sufre de un síndrome muy raro y que causa curiosidad a niños y adultos.
En Honduras se registró el caso de una niña que actualmente tiene cinco años, pero sufre de una piel reseca y arrugada, tal como si fuera una viejita de ochenta años.
La niña fue identificada como Ámbar Torres y por su piel simula ser el de una ancianita. Las arrugas en su rostro delatan la sospecha de una posible enfermedad genética, conocida como Progeria o envejecimiento prematuro.
La progeria es una enfermedad que se hizo más popular después de haberse exhibido la película “El curioso caso de Benjamín Button”, en donde se daba a conocer vida de un hombre con longevidad acelerada.
El envejecimiento prematuro se trata de una de las patologías más raras que se presenta por una alteración en los genes. Actualmente hay varios casos conocidos a nivel mundial.
La Tribuna, medio de comunicación hondureño, informó que el expediente clínico de Torres registra otras patologías relacionadas con la genética, desnutrición y que aún se encuentra en investigación médica para descartar si sufre de progeria.
Te recomendamos: Reportan primer caso de "Niña Árbol" en Centroamérica
El síndrome de Hutchinson-Gilford (HGPS), también conocido como progeria infantil es una enfermedad genética rara, caracterizada por un envejecimiento prematuro que comienza tempranamente en la infancia.
Cabe destacar que estos raros casos se han documentado en varios países. Por ejemplo en Colombia nació Magali González, la famosa niña con progeria que nunca dejaba de sonreír, pero que su luz fue apagada a finales de octubre del 2017 cuando a penas tenía 16 años.
Franco Villavicencio, uno de los tres casos de jóvenes con progeria en Argentina, también falleció a sus cortos 4 años.
En Reino Unido, Hayley Okines, era la joven activista encerrada en un cuerpo de una anciana de 136 que quiso crear conciencia de lo que era su enfermedad, falleció a sus 17 años.
En Siria se registró el drama del niño que tiene el aspecto de un anciano de 70 años. Se trata de Mohammed Abdelmajeed, quien padece progeria, una enfermedad genética que presenta envejecimiento brusco.