Cientos de migrantes hondureños siguen esperando sobre el puente que une Guatemala y México para cruzar a territorio mexicano y así poder seguir camino a Estados Unidos. Los semblantes de los miles de hondureños son tristes, rostros muy cansados, deshidratados y en otros casos enfermos de diarrea.
Los migrantes, entre los que hay niños, mujeres y hombres, amanecieron sobre el puente Rodolfo Robles, encima del Río Suchiate, adonde fueron llegando desde el viernes.
El Gobierno de México informó el sábado que 640 migrantes habían solicitado refugio en el país en el punto fronterizo de Suchiate, a cuyas puertas se agolpan miles de personas que buscan ingresar a su territorio.
Al concluir una caminata y revisión de las condiciones de los migrantes hondureños que se encuentran aún sobre el puente del río Suchiate, el ombudsman (defensor del pueblo) guatemalteco, Jordán Rodas, lamentó ayer la ausencia del Estado en el lugar.
Rodeado de hondureños y medios de comunicación locales e internacionales, Rodas cruzó el puente hasta llegar a la reja del lado mexicano desde donde afirmó que veía “poca presencia del Estado de Guatemala”, más allá de la Policía Nacional Civil, a quien agradeció por su trato respetuoso y labores humanitarias en la ocasión, y un campamento de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.
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“Me gustaría ver presencia del sistema nacional de salud”, sostuvo, e indicó que ya se había puesto en contacto con el procurador General de la Nación, José Luis Donado, para que la entidad de respaldo legal a la niñez que está dentro del territorio nacional".
También se comunicó con el secretario general del Ministerio Público, Rony López, para trasladarle información sobre casos de trata que la gente le comunicaba conforme avanzaba dentro del puente y con la información que había recabado el representante de la Procuraduría de los Derechos Humanos en la región, José Maldonado.
El Sistema de Naciones Unidas se había comprometido a colocar catorce baños con duchas en el sitio para las personas y que aunque sean pocos serán de beneficio para los migrantes, quienes sufren de deshidratación por las altas temperaturas en el sitio.
