Santiago de Chile, 9 oct (EFE).- La Iglesia católica chilena anunció hoy la realización de un catastro nacional de sus diócesis con el fin de "prevenir los abusos sexuales" en las comunidades educativas a cargo del clero, salpicado por más de un centenar de casos que han afectado a la institución en los últimos 40 años.
"La idea es implementar un proceso de acreditación de todos los agentes educativos (directivos, docentes, padres y apoderados), de acuerdo con las líneas guía de cuidado y esperanza de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), adaptada a la esfera educacional", señaló en rueda de prensa el obispo de la ciudad sureña de Temuco, Héctor Vargas.
La iniciativa tiene como fin implementar o renovar los protocolos de prevención de abusos (sexuales) de todas las instituciones escolares y de educación superior, añadió Vargas, quien también es presidente de la Área Educativa de la CECh.
Varios miembros de la Iglesia católica chilena involucrados en casos de abusos, entre ellos algunos obispos, han llevado al clero a la peor crisis de su historia.
Por su parte, Rafael Silva, director del Área de Educación de la CECh, dijo que otro de los objetivos del catastro nacional es fomentar en la cultura educativa "el cambio de la psicología de elite", respecto del modo de ejercer la autoridad, servicios y liderazgo al interior de los establecimientos.
"Para ello, deberán adecuarse las actividades, comunidades y liderazgos de todos los grupos asociados de la comunidad que actualmente intervienen en la formación de nuestros estudiantes", añadió Silva.
Según un documento entregado por la CECh, el proceso de formación en "el buen trato y prevención" en la cultura educativa de los establecimientos se deberá concretar durante el período 2018-2020, de acuerdo con el Plan Trienal de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile.
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Se indicó que en todos estos aspectos, se contará con la colaboración del Consejo Nacional de Prevención de Abusos Sexuales a Menores de Edad y Acompañamientos a Víctimas, entre otras entidades del clero chileno.
El papa Francisco ha realizado durante este año una verdadera "limpieza" de la Iglesia católica chilena, después de que en mayo el pontífice mandó llamar a 34 obispos chilenos al Vaticano quienes debieron presentar sus renuncias en bloque tras reconocer que habían cometido "graves errores y omisiones".
Hasta el momento, el pontífice ya ha aceptado la renuncia de siete de ellos, las dos últimas a fines del pasado septiembre.