Un costarricense víctima de abuso sexual de parte de un sacerdote denunció los aberrantes momentos que el religioso hizo en contra de él cuando apenas tenía 9 años de edad.
Aún siendo menor de edad, Anthony Venegas y su familia denunciaron ante el hoy Arzobispo de San José, al sacerdote Mauricio Víquez Lizano, por supuestos abusos sexuales.
Anthony tenía apenas 9 años cuando empezó a servir en la Iglesia de Patarrá como monaguillo y asegura que casi de inmediato empezaron los abusos sexuales por parte del sacerdote.
Según relató la víctima, su mamá era cocinera en la misma iglesia en la que era abusado. Asimismo recordó que había una especie de “normalización” de los abusos.
Venegas dijo a CrHoy que había una casa de “juegos” en Tres Ríos, en donde – supuestamente- el sacerdote observaba a los monaguillos mientras se bañaban desnudos.
La primera vez que admitió que habría sido ultrajado, fue cuando otro monaguillo le comentó la “extraña” conducta del “padre”.
Michael Rodríguez, otro hombre que denunció haber sido presuntamente abusado sexualmente por el religioso, dijo que el sacerdote tendría un modus operandi para atraer a niños.
"Los llevaba a comer, los llevaba de paseo y dentro de los vehículos de la iglesia los empezaba a tocar", destacó Rodríguez.
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El joven contó que cada vez que empezaban los “tocamientos y cariñitos”, Viquez les decía que esa era una forma con la que los seminaristas se bajaban el estrés.
En el 2003, cuando presentó su denuncia, también fue recibido por José Rafael Quirós; y, asegura que el entonces vicario, le dijo que el “el padre Víquez sufría de problemas psicológicos”.
Anthony cuenta que su vida cambió para siempre, que ha vivido entre culpa, reproches y preguntas; ahora confía en que su voz sea escuchada y que todas aquellas víctimas de abusos hagan sus denuncias.