Luego de 39 horas de discusión y votación de las últimas mociones sobre el plan fiscal en el plenario de la Asamblea Legislativa, los diputados dejaron listo para su discusión final y aprobación en primer debate el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, expediente legislativo 20.580.
Este jueves, los congresistas terminaron de tramitar las 368 mociones de reiteración que la presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo, acogió para su tramitación e incluso, se votaron 24 revisiones de varias de esas propuestas de cambio del plan fiscal.
Tal como lo establece la vía rápida que se le aplica al proyecto tributario, solo resta que los congresistas hagan uso de la palabra por el fondo del proyecto y, una vez que se agote este procedimiento, se proceda con la votación.
La iniciativa legal llega a este punto culminante luego de un extenso camino que, prácticamente, inició el día en que la Sala Constitucional declaró inconstitucional el trámite del proyecto de Ley de Solidaridad Tributaria que impulsó la administración de Laura Chinchilla, entre 2010 y 2012.
Eso generó que, durante la campaña del 2014, la necesidad de una reforma fiscal fuera tema de debate y que el entonces presidente, Luis Guillermo Solís, adujera que no impulsaría un proyecto tributario durante los primeros dos años de su gestión.
Sin embargo, en agosto del 2015 llegaron al Congreso dos proyectos, uno para transformar el impuesto general sobre las ventas en impuesto sobre el valor agregado (IVA) y otro para hacer una serie de reformas al tributo sobre la renta.
La oposición de varios partidos políticos impidió que esas iniciativas avanzaran y el Gobierno, luego de varios intentos de consolidar un solo texto, entregó al Congreso, a finales de octubre del 2017, el expediente legislativo 20.580.
Las circunstancias de la campaña electoral del 2018 impidieron todo avance de la iniciativa, hasta que una vez pasada la primera ronda, en febrero, los legisladores del periodo constitucional anterior se pusieron de acuerdo para aprobar un trámite de vía rápida, que finalmente no resultó tan expedita, por la particular situación de que se dio en medio de un cambio de gobierno.
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Aunque los anteriores diputados (2014-2018) casi concluyeron con la discusión de mociones de fondo del plan fiscal, los nuevos congresistas no querían dejar pasar la oportunidad de incidir ellos mismos en la iniciativa y, por eso, modificaron la vía rápida, en junio, y abrieron el proyecto para presentar mociones.
Eso permitió que el Gobierno le introdujera una serie de propuestas de la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, para endurecer la reforma y, con ello, tratar de captar mayor cantidad de recursos frescos.
Aunque los parlamentarios originalmente pidieron al Gobierno mayores acciones sobre el gasto público, cuando ya tuvieron la iniciativa fiscal en sus manos, aprobaron una serie de mociones para modificar el texto y, poco a poco, fueron erosionando el rendimiento que Hacienda le preveía al plan original de Aguilar.
Para el jefe de la fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC), Víctor Morales Mora, llegar al punto de la votación del primer debate “representa una gran responsabilidad”, luego de un larguísimo camino en la discusión y tramitación de la iniciativa legal.