Diez presos murieron en un enfrentamiento con la policía brasileña tras fugarse de la cárcel donde estaban recluidos y en la que iniciaron un motín, en el estado de Tocantins, en el norte del país, informaron fuentes oficiales.
Otra decena de reclusos permanecen aún huidos en una zona boscosa próxima a la prisión de Barra da Grota, en el municipio de Araguaína, según confirmaron fuentes de la Policía Militarizada.
La fuga se produjo a raíz de una rebelión de los internos del presidio que comenzó en la tarde de este martes mientras recibían clases de una profesora, a la que hicieron rehén.
Al menos dos agentes penitenciarios intentaron socorrer a la docente, pero fueron neutralizados y despojados de sus armas por los presos amotinados, de los cuales al menos veinte aprovecharon el momento y se dieron a la fuga.
Las autoridades brasileñas desplegaron entonces una operación por los alrededores de la cárcel e informaron que han matado a diez de los huidos durante un enfrentamiento, mientras que el resto está cercado en una área boscosa.
Las citadas fuentes indicaron a Efe que el centro penitenciario ya está bajo control de las autoridades, si bien medios locales, citando la Secretaría de Ciudadanía y Justicia de Tocantins, señalan que la profesora y el jefe de guardia de la prisión continúan rehenes.
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Las rebeliones son frecuentes en las cárceles de Brasil, cuyo sistema penitenciario es considerado por organizaciones internacionales como uno de los "peores" y "más inhumanos" del mundo debido a los altos índices de hacinamiento y las pésimas condiciones en la que se encuentran los internos.
Según datos divulgados por el Fórum Brasileño de Seguridad Publica, la población carcelaria en Brasil alcanza alrededor de 730.000 personas, lo que supone cerca del doble de su capacidad.
El saldo posiciona a Brasil como el país con la tercera mayor población carcelaria en números absolutos en el mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China. EFE